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El auge de las sectas 2.0 en Castilla y León

El auge de las sectas 2.0 en Castilla y León

Un experto calcula que en 2017 se organizaron en la región unas 3.000 actividades en torno a las pseudociencias y la espiritualidad esotérica

Juanma de Saá (ICAL)

Domingo, 14 de enero 2018, 12:38

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En una provincia como Zamora, que lucha por superar sus malos indicadores sociales y económicos, con especial hincapié en la despoblación y el envejecimiento de sus habitantes, resulta llamativo que, solo en 2017, haya habido, al menos, 190 actividades programadas en torno a las pseudociencias y la espiritualidad esotérica, una cifra «muy preocupante», según afirma el experto en sectas, párroco de Muelas del Pan (Zamora) y fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas, Luis Santamaría.

«Parece que en Zamora hay mucha gente en actitud de búsqueda de seguridad y de algo que les llene en un sentido espiritual amplio, no solo religioso. Esto se nutre de un vacío previo. Hay personas con una práctica religiosa católica y que, por determinados problemas familiares, afectivos o de salud, buscan algo diferente», expone. «Por eso hay tantas ofertas de este tipo y cierta receptividad social. Ha habido actividades en las que detrás estaban, por ejemplo, el Centro de Estudios del Autoconocimiento, que es la versión de los gnósticos que tenemos en Zamora, aunque a veces cambia de nombre, y el Grupo de Meditacion de Transmisión, que proclama el advenimiento del nuevo Cristo de la Nueva Era, como grupos organizados», aclara.

El despliegue es, en algunos casos, destacado, con una «pseudoterapeuta argentina que viene regularmente a Zamora», y hasta un «presunto lama budista a hablar de medicina y sanación tibetana».

Luis Santamaría permanece muy atento desde hace años a las convocatorias, tanto anuncios por la calle como llamamientos por Internet, cada vez más frecuentes, además de personas cercanas que informan al experto y que formulan consultas. Sin ir más lejos, esta misma semana había dos charlas, una en Zamora, el pasado viernes, programada por una asociación de vecinos, y otra, que iba celebrarse en Moraleja del Vino pero que, finalmente, fue cancelada.

La primera de ellas, se titulaba 'Libertad emocional'. Una rápida búsqueda por la Red de redes lleva a una página web con ese mismo título en la que se describe que «la causa de toda emoción negativa es un trastorno en el sistema energético del cuerpo», con ideas como que «las principales colaboradoras de la mayoría de las enfermedades y dolores físicos son nuestras emociones negativas no resueltas» y «Mis pensamientos consistentes se convierten en mi realidad», como aforismo destacado.

«La entidad organizadora, ubicada en Salamanca, fue la Asociación Nacional de Terapeutas en Técnicas de Libertad Emocional. Hay mucha información de todo tipo. Flores de Bach, reiki, liberación energética, programación neurolingüística…», comenta. «Y asuntos más peligrosos como la biodescodificación, que afirma que las enfermedades no existen como tales y que, si uno interviene sobre esas emociones, como el cáncer, uno puede sanarse. Esto puede tener consecuencias terribles y las tiene en muchos enfermos por lo que nos llega a las asociaciones y personas que nos dedicamos a esto», subraya.

Por lo que se refiere a la charla cancelada, titulada 'El proceso biológico en la somatización de conflictos emocionales', estaba anunciada por un cartel en el que se exponía la relación entre la ira, la alegría, la preocupación, la tristeza y el miedo con el hígado, el corazón, el bazo, el pulmón y el riñón, respectivamente. «Esa confluencia de términos me hizo sospechar de una pseudociencia. Informé de las conferencias al Colegio de Médicos de Zamora y, en cuanto a la de Moraleja del Vino, al tratarse de un centro público lo comuniqué a las instancias pertinentes y, al final, se canceló», relata. «Además de peligroso, es rocambolesco. ¿Si te extirpan el bazo, eliminas todas tus preocupaciones?», se pregunta, con sorna.

Castilla y León

A falta de un informe virtualmente imposible de elaborar de forma exhaustiva, ya que gran parte de la difusión se desarrolla a través de Internet, la simple extrapolación de la cifra zamorana de charlas y actividades relacionadas con las pseudociencias y la espiritualidad esotérica por miles de habitantes deja entrever que, durante 2017, en Castilla y León se organizaron unas 3.000 sesiones de este tipo.

Eso significa que cada día se programaron, de media, ocho conferencias y talleres que, con una asistencia de unas veinte personas, supone que unos 60.000 habitantes de Castilla y León se aproximaron el año pasado a las pseudociencias y a la espiritualidad «difusa», como la describen los expertos. «Seguramente, Zamora sea la provincia en la que menos hay de todo esto, y he contabilizado 190 charlas. Aquí tenemos asuntos circunstanciales como que haya un balneario especializado y que ya ha llamado negativamente la atención, tribunales incluidos, por las actividades que desarrolla», señala.

Todo este trabajo de búsqueda y denuncia ha granjeado numerosas enemistades a Luis Santamaría, quien tiene claro que parte de ellas procede de la posible pérdida de lo que se antoja un negocio con pingües beneficios. «Mucha gente me ve como una especie de inquisidor que busca todo lo heterodoxo y hay negocios privados que se dedican a esto y sus propios responsables o personas que traen de fuera, terapeutas, magos y médiums me ven como una molestia», apunta.

«También hay algunas asociaciones y administraciones públicas que amparan estas actividades sin saber exactamente de qué tratan. En concreto, en Zamora, algunas se programaron en 2017 en La Alhóndiga, que depende del Ayuntamiento de Zamora; en el Colegio Universitario, que depende de la Diputación, y en el Museo Etnográfico, que depende de la Junta de Castilla y León. No se libra ninguna institución», denuncia.

Internet

Los movimientos de la Nueva Era y otros grupos con carácter sectario viven su época dorada, entre otras razones, porque la universalización de Internet y un mundo interconectado permite a muchas sectas no consideradas tradicionales y sin apenas estructura logística penetrar con fuerza en personas vulnerables.

Sectarismo 2.0

Así captan atenciones y voluntades de un modo tan natural y gradual que no se percibe hasta que ya ha modificado drásticamente el comportamiento y la vida de las víctimas. «Podría decirse que es el auge del sectarismo 2.0. Es una realidad que ha entrado en crisis en su versión más grupal e institucional y tiene un gran auge en todo lo relativo a la Nueva Era y la espiritualidad difusa, con unos contornos más difíciles de delimitar», explica Luis Santamaría. «Esos contornos difuminados hacen que mucha gente entre en un grupo o haga una serie de prácticas sin pertenecer a un movimiento establecido pero que cambia de vida sin darse cuenta y viviendo otra realidad. Mucha gente está cayendo en esto», añade.

De hecho, es más fácil hablar del objeto de las sectas y sus puertas de acceso que de los mismos nombres de las facciones, muchas de las cuales utilizan actividades y conceptos no solo inocuos en principio, sino también recomendables por sus beneficios para la salud, reconocidos de forma objetiva. «Por ejemplo, mucha gente entra en una escuela de yoga, que no es algo negativo y que constituye un ejercicio sano para el cuerpo y la mente. Lo que ocurre es que, a veces, esas escuelas son algo más y los instructores proponen otras cosas.

En ocasiones, las personas que acuden son proclives a buscar y dar otros pasos«, advierte. «Esa persona piensa: Estoy bien y quiero ayudar a estar bien a los demás, sanarles; busco en mi subconsciente, en mis antepasados, en mis reencarnaciones anteriores para hacer magia, cambiar la realidad, atraer prosperidad a mi vida, abundancia económica y conseguir la curación», enumera.

Es ese denso y sinuoso mundillo, el camino iniciado con esas referencias puede tomar rumbos hacia la brujería, maleficios y amarres, entre otros elementos pensados para personas susceptibles e impresionables. «Es un mundo muy complejo en el que es muy fácil subir escalones sin darse cuenta», insiste.

El párroco de Muelas del Pan, delegado diocesano de Medios de Comunicación del Obispado de Zamora y fundador de la RIES explica los detalles de sus investigaciones rodeado de la multitud de libros que conforma la Biblioteca Centro de Documentación «José María Bahamonde«. El centro rinde homenaje al psicólogo argentino fallecido en 2006 que trabajó mucho tiempo en Buenos Aires, investigando las sectas, dando formación y ayudando a cientos de víctimas y, tras venir a España, fue uno de los fundadores de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas.

La biblioteca acaba de cumplir dos años, supera ya los 3.000 volúmenes en español, francés, inglés, portugués, italiano y alemán y ya han pasado por ella más de veinte estudiosos de varios países y una treintena de personas afectadas que acuden a la RIES, casi como último bastión para la esperanza de sus seres queridos. «La mayor parte de la gente que termina acudiendo aquí, está afectada por grupos y realidades vinculadas a la Nueva Era y por ciertos movimientos que preocupan a familias, que ven captado a alguno de sus miembros», explica Santamaría.

En cualquier caso, como resulta difícil establecer la línea clara y eficaz a partir de la cual una actividad como las descritas pudiera conducir a terrenos peligrosos, los expertos en sectas recomiendan fijarse en la «mezcla de ideas y conceptos» como una señal reveladora de que algo no funciona. «La alarma es clara cuando se mezclan cosas. Vas a una actividad de danza y te hablan de verla desde un punto de vista holístico, integral, que conduce al autonocimiento y al de los demás, a descubrir tu potencial interno, tu propia identidad o actividades de autoayuda y coaching, que está tan de moda ahora», puntualiza.

«Se habla de progresar con una mentalidad mágica, de adquirir conocimientos y poderes ocultos, siempre de forma gradual. Cuando selecciono algo, con frecuencia no conozco bien quién está detrás pero a menudo se ve cómo en una actividad aparentemente inofensiva y de divulgación, la persona que lo ofrece ya tiene una trayectoria sospechosa. Hay que estar atentos», concluye.

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