Veinte explotaciones ganaderas de Castilla y León invierten 1,7 millones en proyectos de biomasa
La Junta promueve el uso de combustible 'verde' para el ahorro energético en granjas de cerdos y aves, que se pretende extender a toda la comunidad
M. J. Pascual
Martes, 30 de agosto 2016, 13:56
Una veintena de explotaciones ganaderas, una incubadora y un matadero desarrollarán seis proyectos de biomasa en las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Segovia y Valladolid, con una inversión prevista de casi 1,7 millones de euros, que se ejecutarán durante los años 2016-2017. La empresa pública Somacyl es la encargada de ejecutar, financiar las inversiones y suministrar la biomasa forestal necesaria, suscribiendo contratos con las explotaciones para la gestión energética de las instalaciones. Estas explotaciones cuentan con un tamaño suficiente para garantizar la viabilidad financiera de las inversiones, según han informado este martes en una rueda de prensa conjunta los consejeros de Medio Ambiente y Fomento y Agricultura y Ganadería, Juan Carlos Álvarez-Quiñones y Milagros Marcos.
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En los seis proyectos que se están desarrollando, tres de ellos han sido para granjas porcinas y dos para avícolas. El sexto proyecto, que ha contado con una inversión muy superior al resto, ha sido para la gestión de purines y el aprovechamiento energético.
El primer proyecto se desarrolla en la granja porcina de Santo Domingo de las Posadas, en Ávila, que se encuentra actualmente en construcción y albergará a más de 2.700 animales. En ella se instalará un incinerador con biomasa, con recuperador de humos de escape, para la gestión de los cadáveres generados por la explotación, así como una caldera de biomasa para dar apoyo al recuperador, con una inversión de 189.900 euros.
El segundo proyecto se ejecuta en una granja porcina en Pollos, en Valladolid, destinada a la cría genética de madres con capacidad superior a 2.700 animales. Este incluye la instalación de una caldera de biomasa con agua caliente para la zona de destetes y un incinerador de biomasa con recuperador de humos de escape para la gestión de los cadáveres generados en la explotación, con una inversión de 178.475 euros.
El tercer proyecto se desarrolla en nueve granjas ubicadas en los municipios segovianos de Tejares, Sacramenia y San Miguel, en un radio de 15 kilómetros, y con una inversión de 178.475 euros se instalará un incinerador con biomasa con recuperador de humos de escape, situado en un punto intermedio, para la gestión de los cadáveres generados de los que se hará cargo la propia empresa.
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El cuarto proyecto es una planta incubadora en Dueñas, en Palencia, donde se prevé proveer a cinco granjas reproductoras que envían casi diariamente los huevos para incubar, y se encuentran situadas en un radio de 25 kilómetros. Consiste en implantar un incinerador con biomasa para poder quemar los subproductos generados en la incubadora y los cadáveres de las granjas a lo que se sumará un recuperador de humos, por 92.500 euros.
El quinto proyecto se desarrolla en un matadero avícola situado en Ferral de Bernesga, en León, que consta de un matadero avícola y varias granjas de producción de broilers. Por ello, se va a implantar un incinerador con biomasa para poder quemar todos los subproductos generados en el matadero. La inversión es de 92.500 euros.
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Con purines y gallinaza
El último proyecto piloto es para la gestión de purines y el aprovechamiento energético en la localidad burgalesa de Melgar de Fernamental con una inversión de 1.049.672 euros. El objetivo es evaluar la viabilidad real de la generación y el uso del biogás en explotaciones ganaderas. Por ello, el proyecto piloto consiste en la implantación de un digestor de biogás alimentado con los purines que genera la explotación y con una pequeña fracción de gallinaza, en el cual se producirá el biogás necesario para atender la demanda térmica de la explotación, dando servicio de calefacción a las diversas naves de la explotación porcina a través de la combustión de dicho biogás en calderas específicas para este fin.
Según señalaron los consejeros, el nuevo plan aporta beneficios para la sanidad y producción animal tanto en el refuerzo de la bioseguridad de las explotaciones, como en el ahorro tanto de energía como de retirada de cadáveres.
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Las explotaciones ganaderas están obligadas (por normativa comunitaria) a disponer de un plan de gestión de los cadáveres producidos en ellas. Está prohibido el enterramiento de cadáveres de forma genérica, así que en la actualidad, la práctica totalidad de explotaciones los retiran a través de un gestor que realiza una ruta con una periodicidad determinada por todas las explotaciones recogiendo los cadáveres que los ganaderos depositan en un contenedor. A pesar que los contenedores están situados en el perímetro de las explotaciones, el trasiego de vehículos entre explotaciones ganaderas no está exento de una posible trasmisión de enfermedades a una explotación siendo el transmisor el vehículo o la persona en cuestión que realiza la ruta entre explotaciones.
A través de la instalación de hornos crematorios en la explotación desparece este trasiego de vehículos y personas entrando en las explotaciones ganaderas para retirar los cadáveres puesto que ya son incinerados en la propia granja. Esto supone la práctica desaparición del riesgo de trasmisión de enfermedades por esta vía lo que conlleva un refuerzo considerable de la bioseguridad que incide directamente en la competitividad de las explotaciones
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Con este plan, insisten desde la Junta, se incrementa el ahorro energético en la explotación, de tal manera que el calor generado en las explotaciones ganaderas que utilicen este sistema no se desperdicia, se utiliza para proporcionar calefacción a los animales de la explotación que, es especialmente necesaria en el caso de los lechones en el ganado porcino y en el ganado avícola. Supone también un ahorro en la gestión de los cadáveres, puesto que la retirada de los animales muertos conlleva una serie de gastos para las explotaciones ganaderas que, en algunos casos son muy altos y especialmente en determinadas explotaciones de ganado porcino y aviar que tienen un elevado censo.
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