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El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, a José Manuel Cortés, presidente de COAG Salamanca (I) y Lorenzo Rivera, coordinador de COAG CyL (D)
Rivera (Coag): «Los ecologistas y animalistas que llevan su fuerza de choque contra el campo rayan el fundamentalismo»

Rivera (Coag): «Los ecologistas y animalistas que llevan su fuerza de choque contra el campo rayan el fundamentalismo»

El nuevo coordinador de Coag en Castilla y León, Lorenzo Rivera, ha cargado contra el ecologismo y el animalismo «de salón»

E. Press

León

Sábado, 25 de diciembre 2021, 11:15

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El nuevo coordinador de Coag en Castilla y León, Lorenzo Rivera, ha cargado contra el ecologismo y el animalismo «de salón», con una «gran carga ideológica» que raya en el «fundamentalismo».

Así lo ha señalado en declaraciones a Europa Press, «cansado» de «ataques e insultos» de estos grupos que llevan «su fuerza de choque» contra el campo. «Creo que se está haciendo un ecologismo y animalismo de salón, de ciudad, con un desconocimiento total de la realidad que hay en el campo. Nos miran como que estamos destruyendo la naturaleza, nos criminalizan, cuando es todo lo contrario. Gracias a los agricultores y a los ganaderos el mundo rural se mantiene dentro de lo que es. Hacemos un trabajo medioambiental que nunca ni se nos reconoce y ni se nos paga», explica.

«El mundo no lo cambia nadie»

Este zamorano, con una explotación de porcino y más de 150 hectáreas entre regadío y secano, accedió al campo en 1981 tras el fallecimiento de su padre y cuando cursaba sus estudios de Magisterio. Pronto vio la necesidad de participar a través de Coag, «líder del movimiento sindical agrario» en su provincia, para solucionar los problemas del sector. «Con 23 años querías cambiar el mundo, pero después de muchos años te das cuenta de que el mundo no lo cambia nadie. Pero sí se pueden hacer cosas y por eso estoy en esta organización», por la que ha pasado por diferentes cargos de responsabilidad hasta que el pasado mes de octubre cuando sustituyó al 'histórico' dirigente Aurelio Pérez.

Rivera cree que se ha mejorado «bastante» desde que comenzará en el movimiento agrario, aunque se siga pidiendo «precios justos» y una ley de Cadena Agraria, que se acaba de «conseguir». «En 2006 conseguimos la devolución del impuesto de hidrocarburos, algo que sólo se produce en el sector, y se ha conseguido que industrias y, en general, la sociedad vean al agricultor y ganadero como imprescindibles, algo que se ha visto durante la pandemia, para producir alimentos de mucha calidad», recuerda.

Aun así, reconoce que están en «lucha continua». Así explica que se han pasado etapas muy duras como la eliminación de las cuotas tanto en el sector lácteo como en la remolacha que han provocado que estos dos sectores se encuentren «muy mal» por lo que califica de «error muy importante» de la Unión Europea al someterse a los «mantras» de la Organización Mundial del Comercio. «Hemos perdido 20 años para darnos cuenta que esta organización no tenía razón», lamenta.

Intereses profesionales, no políticos

A la hora de analizar las diferencias entre Coag y el resto de organizaciones agrarias, Rivera lo tiene claro. «La diferencia principal, y fíjate que nos han dado palos por todos los lados, es la independencia política. Todos los afiliados tienen su ideología pero cuando entran por la puerta lo que se defienden son los los intereses profesionales y no se siguen consignas de ningún partido», añade.

Algo que para Rivera, salvo a UCCL que es una «escisión» de Coag al resto se les ve «cierta tirantez política hacia un lado u otro» lo que, a su juicio, «siempre» resta «fuerza» para conseguir tus reivindicaciones.

Otra de las diferencias, aunque ahora se han subido «todos al carro» es su defensa del Agricultor a Título Principal (ATP). «En nuestros estatutos está esa figura desde hace ya 40 o 50 años y reconocemos esta figura aquel que tiene un 50 por ciento de los ingresos derivados de su actividad agraria», explica. «Ahora, con un 25 por ciento te consideran agricultor activo. Al igual que si tienes ingresos de hasta 5.000 euros, por lo que vale todo el mundo. Por eso precisamente estamos en contra de esta reforma de la PAC», ahonda.

Partidos políticos y campo

También descarta que las organizaciones agrarias, en particular la suya, sean un sindicato de clase porque las explotaciones se han dimensionado «mucho» y cada vez hay «menos» agricultores y ganaderos, por lo que hay un concepto de «empresa». «La mayoría son empresarios de unas 150-200 hectáreas y en ganadería afiliados con 400-500 vacas 2.000 ovejas... Gente muy profesional, muy competente que ya son empresas», añade.

De ahí que tengan «diferentes intereses» que sindicatos de clase como UGT y CCOO. «Estamos de acuerdo en que la agricultura, como cualquier empresa, tiene que ser moderna y tiene que dar un trabajo »digno y honrado«, ha continuado.

Al hilo de este argumento, y cuestionado sobre si el campo tiene o no ideología, Rivera cree que los partidos de izquierda, «más urbanos en general» están olvidando al campo. «Y a mí me da pena, porque hay gente con verdaderos valores comprometidos con la lucha de izquierdas dentro de la agricultura y se sienten un poco abandonados por estos gobiernos que solo defienden lo urbano, que no ven más allá de que una granja es como una mascota y hay que tratarla igual con un desconocimiento total del sector», explica.

Algo que no ocurre, en su opinión, con los partidos de centro-derecha que no han perdido esa «sensibilidad» y «conectan mejor» con el campo de Castilla y León.

Confrontaciones

Por último, ha querido entrar a analizar las confrontaciones de un sector que lleva como apellido «lo rural» con ecologistas y animalistas. En este punto se ha mostrad tajante. «Se está haciendo un ecologismo de salón, de ciudad, con un desconocimiento total de la realidad que hay en el campo. Nos miran como que estamos destruyendo la naturaleza, cuando es todo lo contrario, Gracias a los agricultores y a los ganaderos. El mundo rural se mantiene dentro de lo que es. Hacemos un trabajo medioambiental que nunca se nos reconoce y no se nos paga», lamenta.

En este punto denuncia el «fundamentalismo ideológico» de los animalistas, que les «criminaliza» de contaminar o maltratar a su ganado. «Lo estamos viendo con el lobo. Nunca hemos pedido que se acabe con él, solo que haya una gestión porque si no van a acabar con la ganadería extensiva», añade.

Rivera, que asegura que las organizaciones agrarias tienen una «interconexión muy fuerte» con el mundo urbano, se encuentran en «distintos caminos». «Quizá no hemos sabido explicarlo, sobre todo en la gente joven y no acaban de encajar lo que significa el mundo rural», mantiene algo en lo que, además, no acompañan declaraciones desde el Ministerio de Consumo sobre la carne, el azúcar... cuando «todo desde la moderación y buscando un equilibrio es bueno».

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