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Las malas previsiones de agua fomentan el aumento del cultivo de cereal en León en 7.000 hectáreas

Las opas coinciden en que el año sigue en el aire a expensas de la climatología durante los próximos meses

Sábado, 17 de febrero 2018, 12:38

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El campo regional sigue mirando al cielo. Las intensas lluvias y las precipitaciones en forma de nieve han mejorado algo la situación de gravísima sequía aunque el secano necesitará de intensas lluvias en abril y mayo, y el regadío aún espera a que se llenen los embalses para poder planificar las siembras de primavera. La complicada sementera por la falta de humedad en las tierras se refleja en una reducción en 31.000 hectáreas el cereal de invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale), aunque se ha impulsado el centeno, con 18.000 hectáreas más, por su resistencia en mal terreno y con sequía y su uso forrajero, ante la escasez de pasto, según el primer avance de superficies de cierre de diciembre del Ejecutivo autonómico.

Los datos que facilita la Consejería de Agricultura y Ganadería consultados por Ical precisan que las siembras de estos cereales alcanzan en la Comunidad, 1.798,429 hectáreas, cuando el año pasado sumaron 1.829.410, es decir, la superficie merma un 1,7 por ciento. Por cultivos, la superficie dedicada a trigo se sitúa esta campaña en 848.101 hectáreas, 10.576 menos que en 2017; y a cebada, 749.595, con una merma en 31.278. Asimismo, para avena se destinan 89.387, 4.959 menos que la campaña anterior; y a triticale, 23.408, con una bajada en 1.937. Por el contrario, el centeno, con 87.938 hectáreas, gana 17.760.

Profesionales del campo indicaron a Ical, que la superficie de cereal en regadío, habrá aumentado sobre todo en trigo ante la más que previsible falta de agua para sembrar cultivos como la remolacha, la patata o el maíz; mientras que en secano se habrá reducido por el barbecho ante las dificultades para la sementera en ciertas zonas. Esto unido a la apuesta por cultivos más resistentes como el centeno explica las diferencias territoriales sobre la superficie sembrada respecto a la campaña anterior.

Crecimiento en León

Así, la situación por provincias es dispar, aunque en las grandes zonas cerealistas (Burgos, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora) se reduce la superficie sembrada. En concreto, en Zamora (123.627 hectáreas) se contrae en 27.778 hectáreas; y en Valladolid (283.814), en 24.814, con descensos del 18,3 y ocho por ciento, en cada caso. Asimismo, en la provincia burgalesa (380.200 hectáreas), baja en 2.500; en la palentina (284.650), en 2.300; y en la soriana (206.280), en 455, con mermas porcentuales del 0,7; 0,8 y 0,2 por ciento, en cada caso.

Por el contrario, León (108.930 hectáreas), donde se ha sembrado mucho trigo en regadío ante las malas expectativas de agua, suma 7.461, con un alza del 7,4 por ciento. Lo mismo ocurre en las provincias del sur, más arenosas, donde se ha disparado el cultivo del centeno, aunque agricultores apuntan también a la rotación de cultivos tras una campaña intensa en girasol. En concreto, Ávila (111.375), suma 9.910 hectáreas; un 9,8 por ciento más; Salamanca (132.250), 7.284, con un alza del 5,8 por ciento; y Segovia (167.300), 2.211, un 1,3 por ciento por encima de las del año pasado. La provincia abulense gana casi 10.000 hectáreas en centeno; la segoviana 3.213; y la salmantina, 1.600. Salamanca suma además 13.661 hectáreas en trigo; y Ávila; 3.720.

Incertidumbre

El presidente de Asaja, Donacinao Dujo, asumió que la situación de las siembras ha estado marcada por la sequía y su impacto en las labores de la sementera. Está claro que se ha sembrado menos y se ha dejado más barbecho», dijo, aunque advirtió de que la «cosa puede cambiar», se pueden impulsar las siembras de girasol en primavera en esas tierras y el regadío, si al final hay agua, despegará.

Dujo recordó la incertidumbre total que existe en todas las cuencas de regantes y resumió que «hoy por hoy todo está en el aire» porque la situación actual «ha cambiado» y los datos reales de superficie sembrada se conocerán el 15 de mayo con las solicitudes de la PAC.

El dirigente de La Alianza y secretario general de UPA, Aurelio González, destacó que la sementera durante la campaña de cereal fue «muy complicada» y en grandes zonas «ha habido serios problemas de nascencia»; ahora hay plagas; y los cultivos no se están desarrollando como debieran porque las plantas no tiene fuerza suficiente para aguantar el frío, que «van bien para que enraícen pero no cuando están débiles».

González indicó que la siembra de cereal se ha reducido por las dificultades generadas por la sequía en secano, y habrá crecido en regadío por «prudencia» ante la falta de agua. Aseveró que la cosecha dependerá del nivel de lluvias que se alcance en abril y mayo. El dirigente agrario advirtió de que el problema continúa ahora con las previsiones para primavera. «Hay que planificar ya si se siembra, si se puede maíz, patata o remolacha y las perspectivas no son nada halagüeñas, viene un año muy complicado», dijo.

El coordinador regional de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, destacó que después de un «año tan duro, tan malo, cambian las cosas, y se tira de cultivos de menos costes». Agregó que el crecimiento del centeno puede responder al miedo a la escasez de precipitaciones y altas temperaturas, por que «suele sembrarse en tierra podres y poco productivas, se adapta más a una meteorología más adversa y aguanta más y, además, hay pocos forrajes».

Aseveró que al final «se ha sembrado lo que se ha querido» con un crecimiento del trigo en la provincia leonesa, por ejemplo, en regadíos, ante los temores por la falta de agua. Eso si, dejó claro que en la mayor parte de la Comunidad, «sigue habiendo sequía y no hay reservas de agua en las tierras». «O llueve mucho este año o lo vamos pasar muy mal. A ver cómo viene la primavera, pero las expectativas no son buenas», resumió.

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