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Momentos previos a la reunión con las asociaciones agrarias. Leticia Pérez

Carnero defiende que Castilla y León recibirá los mismos importes con la nueva PAC aunque habrá «trasvases de una agricultura a otra»

El consejero de Agricultura valora que la postura común de Junta, opas y cooperativas ha permitido salvar un punto de partida «muy complicado» para Castilla y León en el Plan Estratégico Nacional

ICAL

León

Martes, 11 de enero 2022, 14:37

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El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, defendió hoy que la Comunidad recibirá importes «similares» con la nueva Política Agraria Común (PAC) a los que ya recibía durante el periodo anterior, aunque habrá «trasvases de una agricultura a otra».

Durante una extensa rueda de prensa tras la reunión mantenida entre el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y representantes de las organizaciones profesionales agrarias en Castilla y León y la Unión Regional de Cooperativas Agrarias (Urcacyl) para abordar la posición de la Comunidad ante la nueva PAC, Carnero manifestó que «tiempo habrá para ver cómo se van a producir esos trasvases entre unos tipos de agricultura y ganadería a otros», pero apuntó que «lo importante era ganar la batalla del importe global», que será «similar al que estamos recibiendo».

Es por ello que el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural afirmó que tanto Junta como Urcacyl como las organizaciones profesionales agrarias, con las que estaba definido un «posicionamiento común», están «satisfechos desde el punto de vista cuantitativo», pero también matizó que «desde el punto de vista cualitativo, hemos luchado por acentuar más el reconocimiento de la agricultura profesional», algo solo conseguido parcialmente, por lo que la nueva PAC «no está hecha a la medida de Castilla y León».

Plan Estratégico Nacional

De hecho, justificó en ese sentido las alegaciones planteadas al Plan Estratégico Nacional, cuyo borrador fue elevado por el Gobierno a Europa para su debate y futura aprobación para su entrada en vigor el 1 de enero de 2023, y donde aún queda «un largo trabajo de desarrollo reglamentario que acometer y perfilar» entre Ministerio y Comunidades.

En él, Castilla y León seguirá manteniendo una postura de apoyo a la agricultura profesional dado que la Comunidad «está en la senda» de un mayor refuerzo de esta profesionalización del sector primario que «con independencia de la dimensión que tengan las explotaciones, tiene que ver con la dedicación del agricultor y el ganadero, para que pueda vivir de forma directa, y en muchos casos única, de la actividad agraria».

En ese sentido, y a pesar de que la nueva PAC cuenta con «mayores requisitos medioambientales», Carnero se mostró satisfecho con que no suponga «un freno para la actividad agraria de nuestra Comunidad» y mantenga a Castilla y León como «una de las comunidades con mayor financiación» del conjunto de España pese a que el punto de partida «era muy complicado para la agricultura y la ganadería de Castilla y León».

«Excesivas exigencias» medioambientales

Previamente a esta reflexión, Carnero desgranó lo que supone el nuevo Plan Estratégico Nacional, que desarrollará en España la Política Agraria Común entre los años 2023 y 2027, recordando que esta última es «la política social más importante de la Unión Europea» y que en su nueva configuración «cambia de modelo» con respecto a la PAC vigente al incluir «excesivas exigencias desde un punto de vista medioambiental» pero sin garantizar «la sostenibilidad ambiental de la que habla Bruselas ni la sostenibilidad económica y social para los agricultores y para que haya gente en los pueblos».

Abundando en lo referente, en concreto, al Plan Estratégico Nacional, Carnero comenzó desgranando el primer pilar, donde los beneficiarios de las ayudas no se circunscribirán a la figura del agricultor activo, como solicitaba Castilla y León, sino que mantendrá los actuales perceptores en una propuesta «continuista» del Ministerio que, no obstante, sí incluye el «correspondiente reconocimiento» al agricultor profesional aunque «no en el rango que querían» Junta y opas.

De esta manera, la ayuda básica va a aumentar en las explotaciones pequeñas y medianas dado que aunque la cuantía inicial se reduce del 56 al 50 por ciento, contempla un 10 por ciento extra como pago redistributivo donde Castilla y León consiguió el establecimiento de tres tramos que mantiene el 'status quo' en el primero, mejora el segundo permitiendo que las explotaciones de hasta 130 hectáreas de secano «vean incrementado su pago básico actual», y contempla un tercero donde las hectáreas a mayores «perciben menos», uno de los logros de Castilla y León que Carnero valoró.

Arquitectura verde de la PAC

Además, el hecho de que la ayuda básica a la renta a la sostenibilidad simplifique las regiones de 50 a 20 «va a beneficiar a Castilla y León, porque no perjudica al secano, las zonas modernizadas de regadío van a ver incrementados sus importes y en pastos, conseguimos cambiar la propuesta inicial, muy perjudicial para nuestra ganadería extensiva, para lograr el 'status quo'». Valoró asimismo Carnero que se haya tenido en cuenta la propuesta de la Comunidad para mantener los derechos y que la convergencia sea «más pausada» hasta alcanzar el 85 por ciento en 2026 y la totalidad en 2029.

También consideró positivo el consejero de Agricultura y Ganadería que se haya limitado la degresividad de la ayuda básica a la renta a la sostenibilidad, así como que para las cooperativas agrarias, las sociedades agrarias de transformación y las explotaciones de titularidad compartida «se calcule individualmente a cada uno de sus miembros la reducción para evitar perjudicar a estas sociedades», lo que reducirá el impacto de la degresividad en Castilla y León.

En cuanto a la arquitectura verde de la PAC, Carnero lamentó las mayores exigencias medioambientales que incluye el nuevo plan, con una condicionalidad reforzada que supone «la llave para poder cobrar la PAC» y que desde Castilla y León, al menos, se ha conseguido «que no sea tan exigente como inicialmente preveíamos». En cuanto a los conocidos 'ecoesquemas' que, al menos, «son voluntarios», también se ha conseguido que se aplique en un 23 por ciento, en vez del 30 previsto inicialmente, y un modelo de simplificación a través de siete prácticas relacionadas con el pastoreo extensivo, la siega sostenible, la rotación de cultivo, la siembra directa, los espacios de biodiversidad, las cubiertas vegetales sembradas o las inertes.

Además, se consiguió eliminar la pretensión de algunas comunidades de «llevar como ecoesquema la agricultura ecológica del segundo al primer pilar» y la propuesta del Ministerio de aplicar un criterio de degresividad que, finalmente, solo se llevará a cabo «si no hay suficiente financiación para todas las solicitudes que se presenten».

1.776 millones de euros del segundo pilar

Carnero también valoró positivamente que la ayuda básica a los jóvenes menores de 40 años pase del 50 al cien por cien y que incluya un incremento adicional del 15 por ciento en caso de que se trate de una mujer. También se han mantenido las ayudas asociadas a la remolacha, los frutos secos, las oleaginosas y la ganadería de vacuno de leche y de carne, así como al ovino y al caprino, sector ante el que Carnero aseguró que consiguió que el Ministerio de Agricultura «se comprometa a analizar la posibilidad de implantar un Plan Nacional» para productores y cooperativas.

Por último, y en cuanto al segundo pilar, el consejero de Agricultura y Ganadería desarrolló que Castilla y León contará con 1.176 millones de euros de gasto público para el periodo 2023-2027, lo que supondrá un aumento en 25,9 millones de euros del Feader para destinar 205 millones a infraestructuras agrarias, 170 millones a ayudas a zonas con limitaciones productivas, 143 millones en ayudas agroambientales, 70 en agricultura ecológica y permitirá favorecer la sucesión en explotaciones envejecidas, dentro del ánimo de la Junta de «favorecer la incorporación de jóvenes a la agricultura de Castilla y León».

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