Borrar
Cazadores
«El 100% de los animales cazados en la provincia de León provienen de criaderos en cautividad para dar más facilidades al cazador», asegura la plataforma No A la Caza

«El 100% de los animales cazados en la provincia de León provienen de criaderos en cautividad para dar más facilidades al cazador», asegura la plataforma No A la Caza

La plataforma NAC denuncia que la sobrepoblación de animales como jabalíes o perdices tienen relación con la cría y suelta por parte de los cazadores

Leonoticias

León

Miércoles, 13 de mayo 2020, 11:22

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Con el único argumento de controlar el número de jabalíes, corzos, conejos de campo, etc., los cazadores han presionado a diversos gobiernos autonómicos para que una de las actividades que antes se permita con las restricciones de la cuarentena por el coronavirus sea la caza, tal y como denuncian desde la Plataforma NAC (No a la Caza)» que señalan como falso ya que un porcentaje de los animales cazados en la actividad cinegética proviene de granjas.

«Cada vez más, corzos, codornices, muflones o faisanes son criados en cautividad y soltados en los cotos para ofrecer más facilidades al cazador y sobrealimentar de manera artificial el campo», según lamenta la plataforma en un comunicado. Una actividad cada vez más extendida que ha llegado a constituir el 100% de los animales cazados en provincias como León, según ellos. «Un negocio tanto para criadores como para dueños de cotos, que llegan a embolsarse desde 3500 euros por matar un ciervo, más de 2000 euros por un gamo o hasta 1500 euros por una cabra montesa. Si tenemos en cuenta que se crían hasta dos millones de conejos de campo o tres millones de perdices y otras aves, los números son extraordinarios», indican en NAC.

«Las granjas cinegéticas tienen su origen por el deseo de tener cada vez más 'piezas' de presa en el campo y aumentar los beneficios», tal y como explican en el comunicado. Esto se logra también tras haber acabado con los depredadores naturales de estos animales -como lobos, zorros, linces o rapaces- y fomentando la cría en cautividad.

En las últimas semanas, dentro de esta campaña de apoyo a que la caza sea una actividad permitida durante el estado de alarma, «los cazadores difundieron imágenes de animales como jabalíes en la periferias de núcleos urbanos, fomentando esa falsa idea de sobre población y reforzando la idea de que es necesario un control del número de individuos por medio de las armas».

«Se trata de animales con una probabilidad de provenir de granjas muy altas y que se acercan a las poblaciones en busca de alimento, sin miedo a las personas y sin miedo a los vehículos», señalan desde la plataforma NAC durante su campaña 'La verdad de la caza'.

«Quienes quieren verse como parte de la solución a este supuesto problema de sobrepoblación de animales salvajes, son en realidad su causa» explican los responsables de la campaña de NAC, que ya ha sido respaldada por más de 200 organizaciones animalistas y ecologistas. Entre otras Ecologistas en Acción, la Tortura no es Cultura, Libera, PACMA, EQUO, IU y Podemos Animalistas o la APPDA (Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos Animales) a nivel estatal, junto muchas otras. Desde la plataforma también señalan que los efectos de esta práctica son devastadores para animales y medioambiente. «Estas masacres son un cóctel perfecto porque acaban con la biodiversidad, destruye el equilibrio natural y convierte los campos en factorías de dianas vivas, listas para ser vendidas al mejor postor», indican.

Estas afirmaciones, aseguran, se basan en informes como el de la propia UNAC (Unión Nacional de Asociaciones de Caza) que en 2018 reconocía que las sueltas de animales criados se situaban entre los cuatro y seis millones por año o en entrevistas a representantes de la caza como Luis Fernando Villanueva -presidente de APROCA (Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente)- que destacaba la falta de biodiversidad por esta práctica reconociendo «el problema de falta de especies que tiene actualmente el campo».

Desde NAC, indican que los propios cazadores reconocen que a los datos oficiales - según el Ministerio de Agricultura había en 2014 hasta 1235 explotaciones con esta finalidad- habría que sumarle las granjas ilegales que han florecido en un negocio tan rentable como el tiro al blanco o persecución de animales de granja. En el Informe Prada, de la UNAC, se dice que «no solo crece el número de granjas cinegéticas legales. Al calor del dinero, surgen multitud de ecodelincuentes dispuestos a saltarse todas las normas, abriendo granjas cinegéticas ilegales que, por desgracia y debido a la demanda existente, acaban colocando en el campo sus ejemplares, con los importantes riesgos que ello acarrea, entre otros, el sanitario».

Por todo ello, desde la Plataforma NAC y todas las asociaciones que apoyan esta campaña reclaman que se ponga fin a las granjas cinegéticas por ser parte interesada de la sobrepoblación y causantes de daños a la biodiversidad, a los ecosistemas y a la agricultura. «En su caso, sería necesario un control exhaustivo de estas granjas, una trazabilidad de los animales desde la zona de cría hasta que mueren durante la caza. Esto permitiría controlar el origen de los individuos y, en cualquier caso, precisar si los animales que circulan por las ciudades proceden de granjas, así como identificar focos de enfermedades cuyo origen esté en las propias granjas».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios