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La remolacha centró las preocupaciones del sector.

El año agrícola cierra con malas noticias un 2018 en el que se ha recuperado la producción perdida

El anuncio de Azucarera que pone en riesgo el sector remolachero y las malas cosechas del regadío y las hortalizas por las tormentas de verano son los dos aspectos más negativos del año saliente que recuperó el buen color de los pantanos y la salud de los viñedos leoneses

i. santos

León

Domingo, 30 de diciembre 2018, 10:16

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El año comenzó con lluvias y nieves en la provincia leonesa y poco a poco los pantanos llegaron a marcar cotas que hacía mucho que no se veían y que calmaban los nervios de los agricultores tras la sequía que asoló 2017 el campo. Barrios de Luna, Porma, Bárcena, Villameca y Riaño superaban el 90% de su capacidad en el mes de mayo cuando los embalses mostraban su lado más saludable.

Las lluvias llenaron los primeros meses del año provocando una buena imágen de los pantanos y dando un respiro a los regantes, pero causando daños a otros sectores del campo leonés. La remolacha comenzó de esta manera uno de los años más duros y no sólo por la producción la cual retrasó su recogida y registró pérdidas elevadas por las lluvias, sino por el anuncio llevado a cabo en diciembre por Azucarera de bajar el precio hasta los 26 euros por tonelada. De esta manera la compañía pone en riesgo el cultivo de remolacha del sur de la provincia con la decisión de bajar el precio del producto e incumnpliendo así el acuerdo firmado con los agricultores.

Los sindicatos agrarios han asegurado en varias ocasiones que el ajuste que pretende salvar la situación de la empresa supondrá un 20% menos en los ingresos en factura de los remolacheros leoneses. Desde Asaja también aseguraron que el número de agricultores que dejen este cultivo, y no vuelvan a él, podría elevarse hasta el 25% en la provincia leonesa.

Exceso de lluvias

Si el pasado ejercicio era la falta, en este 2018 ha sido el exceso. Las grandes precipitaciones en cortos periodos de tiempo durante el final de junio y el principio de julio provocó en el campo leonés otra cosecha truncada por la climatología. Una semana de lluvias torrenciales, tormentas y granizo dañó los cultivos en un año en el que se espera una gran cosecha. «Ha quedado todo destruido», lamentaba el sindicato Ugal-Upa haciendo referencia a los cultivos de pimiento, maíz y remolacha dañados por la piedra del granizo. En zonas como Fresno de la Vega los campos quedaron totalmente destrozados.

En el regadío había mucho trigo de silo de gran calidad, pero con tanta humedad el grano no se desarrolló del todo y mucho de ello acabó pudriendo. El mismo problema tuvieron muchos campos de patata y alubias que se perdieron por la humedad. Los cereales en secano quedaron completamente encamados tras las fuertes tormentas, aunque las excelentes cosechas paliaron un poco los daños. El exceso de humedad en estas semanas dañó los campos de hierba, veza, alfalfa y forraje segado que aún estaba por empacar. Las lluvias penetraron en los líneos que acabaron pudriéndose.

En agosto llegaron los datos que confirmaron un total de 45.000 hectáreas dañadas, de las que 30.000 eran de regadío y casi 8.000 estaban sin asegurar. Las últimas afectadas, fueron 2.000 hectáreas de alubia, remolacha y maíz que fueron víctimas de la tormenta de granizo que asoló buena parte del sur leonés.

Finalmente la recolección de la cosecha dejó una campaña de nota en el secano, que obtuvo hasta 5.500 kilos de rendimiento en la cebada, aunque en el regadío el balance es bastante negativo, donde hubo pérdidas de hasta 2.500 kilos.

Tierra lupulera

León mira al lúpulo como una fuente de riqueza que en esta cosecha, tras años de crecimiento, echa el freno. La provincia, que ha contado en la cosecha de 2018 con 539,70 hectáreas cultivadas, ha logrado obtener una producción de 670,24 toneladas. Estas cifras hacen de salvavidas ante los resultados españoles, donde Cataluña y Galicia acusan una pobre cosecha. Pero no todo es positivo, ya que León registra 275,36 toneladas menos, pese a haber aumentado las hectáreas cultivables.

La consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, defendió la fortaleza del lúpulo como «uno de los cultivos con más futuro y más prometedor que tenemos en nuestra comunidad autónoma» y recordó, durante su visitas a una explotación en Gavilanes de Órbigo, que la provincia acapara el 95 por ciento de la producción de toda España.

La uva recupera fuerza

En la provincia de León las 15.000 toneladas de uva certifican la gran cosecha de uva en la DO Bierzo y DO León. De este modo la DO Bierzo pasa de los 9 millones de kilos de uva a los 11,2 mientras la DO León incrementa su cosecha de los 1,3 millones de kilos hasta los 3,7 millones. Tras un año difícil en 2017 donde las heladas y la sequía hicieron perder gran parte de la cosecha este nuevo ejercicio se recuperó parte de la cosecha, aunque habrá que esperar para llegar a los datos iniciales.

La Denominación de Origen León cerró la vendimia de 2018 con un volumen total de 3.711.792 kilos de uva calificada, lo que supone un incremento del 181,7% sobre la de 2017, que será recordada como la peor de la historia.

Esos más de 3,7 millones de kilos superan todas los cálculos de los Servicios Técnicos del Consejo Regulador, que en ningún caso preveía alcanzar esa cantidad como consecuencia de los daños causados a las cepas por las desastrosas heladas de finales de abril de 2017. Las buenas condiciones meteorológicas del proceso vegetativo y bajo las que se ha desarrollado la vendimia 2018 en la Denominación de Origen León también han garantizado que los vinos elaborados en esta añada serán de una calidad excelente.

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