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Imagen de la finca donde se teme se encuentran los cuerpos
El misterio de Trinidad y su hija invade Matadeón

El misterio de Trinidad y su hija invade Matadeón

La localidad revive, entre el recuerdo y el asombro, la historia de la madre y su hija

j.c. / J.L.B.

Martes, 15 de marzo 2016, 19:14

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En la localidad de Matadeón de los Oteros el misterio por la desaparición de Trinidad, a la que sus vecinos recordaban como Teresa, y su hija, una pequeña de apenas unos meses de vida, se ha mantenido durante años casi en silencio, entre susurros. En el interior de las casas de adobe de esta pequeña localidad de León, con apenas 260 habitantes, la historia de ambas está asociada al temor por un crimen nunca descubierto y casi olvidado.

Y así, durante tres largas décadas, porque nada se sabe de esta mujer asturiana desde los años ochenta, cuando convivía con su marido Antonio en una casa hoy derribada. Teresa, a la que algunos vecinos recuerdan como una mujer huidiza más por temor a su pareja que al vecindario, se dejó ver en contadas ocasiones.

Antonio, de origen portugués "era un bala", ha asegurado uno de los vecinos de esta localidad a leonoticias. Tres décadas después, y sin pistas sobre su paradero, aún se le teme. De ahí que nadie quiera identificarse cuando se le recuerda y que quien habla de aquellos tiempos lo haga poniendo que se mantenga su anonimato. "Son cosas de entonces", afirman como si el tiempo supusiera olvido.

Pero el olvido no ha llegado ni a los vecinos de entonces ni a los vecinos de hoy. Y mucho menos a la familia de Teresa, que se ha negado a que la pérdida de esta mujer que hoy debería tener 60 años y de su hija, que debería tener 30, pase a formar parte de un archivo policial de 'casos sin resolver'.

Silencio, pese a los años

La familia y los vecinos, los que hablan y los que no lo hacen, creen que los cuerpos de ambas se encuentran en la finca familiar, de apenas ochenta metros cuadrados, situada en la Avenida la Constitución de esta pequeña localidad.

La policía comparte la sospecha de que Antonio habría acabado con la vida de ambas y las habría enterrado en la bodega que tenía en la finca y de ahí que a instancias de un juzgado de Gijón se haya acordado la excavación de la zona con la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias. "Si ocurrió lo que todos temen los cuerpos estarán ahí", añade el mismo vecino.

Razones hay para pensar en un fatal desenlace en la vida de Trinidady su hija. En una ocasión ella llegó a lanzar un papel al patio de una finca vecina. En ese papel aseguraba que estaba retenida por su marido y que no podía escapar de sus garras.

La vecina fue con la nota a la Guardia Civil y ésta intervino para aclarar la situación. Sin embargo la pareja, que tenía al menos otros tres hijos, siguió viviendo bajo el mismo techo hasta la sospechosa desaparición. En los meses siguientes se perdió la pista a la familia y nunca nadie supo más, incluso se les citó a un juicio oral al que nunca se presentaron.

Derribo de la casa

Fue en los años 90 cuando el ayuntamiento derribó por su mal estado el inmueble donde se sospecha ocurrieron los hechos. "Pero ni siquiera se pudo localizar al hombre para cobrarle las tasas", se recuerda ahora.

Durante tres décadas el misterio ha permanecido en silencio hasta que un juzgado de Asturias, ante la insistencia de la familia, ha ordenado examinar palmo a palmo el terreno para comprobar si efectivamente la mujer y su hija fueron víctimas de la violencia machista.

Días atrás efectivos de la Policía Judicial acudieron a la localidad para analizar la zona. En las próximas horas regresarán al mismo escenario acompañados por efectivos de la UME. Quizá entonces el misterio de este posible crimen quede resuelto.

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