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En la imagen, la exatleta Loles Vives.
Eternamente sanos

Eternamente sanos

La exatleta española Loles Vives presenta un libro con consejos para llegar a la vejez en un perfecto estado físico y mental. Como ella misma afirma, siempre se está a tiempo de revertir la edad biológica

RUBÉN CAÑIZARES

Sábado, 2 de julio 2016, 01:26

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Juventud, divino tesoro. Puede que sea uno de los dichos más acertados de la historia de la humanidad. No hay ninguna otra época en la vida de una persona en la cual se sienta tan invulnerable y poderoso como en su juventud. Pero, como todo, no es eterna. Un día, de repente, sin previo aviso, abres los ojos y comienzas a darte cuenta de que, seguramente, ya hayas vivido más de la mitad de tu existencia. Entonces, vuelves a recurrir al sabio refranero español y te metes entre ceja y ceja que toca resetear tus objetivos: Pacta con el diablo (editorial Roca) es un libro «donde explico las diez cláusulas que yo considero que sirven para mantenerse joven y en forma. Pero hablo sobre un pacto de salud, no estético. Es obvio que tiene su repercusión en el aspecto físico, pero lo esencial es la salud», explica Loles Vives, exatleta profesional y bióloga especializada en asuntos de nutrición.

A sus 59 años, esta catalana es una de las reinas del atletismo en las categorías máster, que comprenden a competidores a partir de los 35 años, en tramos de cinco en cinco años (35-39, 40-44, 45-49, 50-54, etcétera). Actualmente, Loles Vives es campeona de Europa de longitud en pista cubierta. Además, fue subcampeona del Mundo de longitud al aire libre el pasado año y ha logrado el récord del mundo de sesenta metros hasta en tres ocasiones: «Mi libro es para todas las edades, pero es cierto que hablo mucho de las personas que ya han sobrepasado los cincuenta. Cuando eres joven tu cuerpo está protegido de todo. Puedes alimentarte mal, no dormir, tomar todo el alcohol que quieras, fumar... pero cuando empiezas a cumplir años te das cuentas que esos análisis médicos en los que todo salía perfecto, ya no son así. Entonces es cuando debes pararte y pensar si tu tipo de vida es salubre y qué medidas debes tomar para que así lo sea».

Loles quiere transmitir que da igual la edad o la condición física, siempre y cuando el ejercicio o el deporte a practicar motive al que lo realiza. A partir de ahí, hay que ser constantes y en muy poco tiempo los beneficios saltarán a la vista: «Levántate y anda, es la primera de mis cláusulas. Hacer deporte previene enfermedades no transmisibles, cardiovasculares, sobrepeso, obesidad, hipertensión, colesterol.... Yo conozco octogenarios y nonagenarios que hacen atletismo y hacen pesas, y están en mejor condición física que cuando tenían sesenta años. Siempre se está a tiempo de revertir la edad biológica. Lo que tenemos que hacer es obligar a que los abuelos se levanten del sofá y no sean sedentarios».

Cuidado muscular

El paso de los años provoca pérdida de masa muscular, situación con bastantes daños colaterales en personas de edad avanzada. Por eso, Vives incide en su libro en el cuidado y fortalecimiento de los músculos en los mayores: «La fuerza lo es todo. Sin ella, por mucho deporte que practiques, no se consigue nada. Y se puede trabajar de varias maneras, no solo con pesas: fondos de brazo, sentadillas, subir cuestas, subir escaleras, utilizar las gomas, el TRX... Todos estos ejercicios son de fuerza. El tener unos músculos en buen estado es clave para combatir la osteoporosis, tan dañina con la mujer a partir de la menopausia».

«Peso un gramo más que cuando estaba en la élite del atletismo»

  • martín fiz, excampeón del mundo de maratón

  • Fue campeón del Mundo (Gotemburgo, 1996) y de Europa (Helsinki, 1994), además de ganar la plata en el Mundial de Atenas (1997) y de ser cuarto en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. La brillante carrera de Martín Fiz (Vitoria, 3 de marzo de 1963) marcó un antes y un después en el maratón español. Sus éxitos hicieron grande este deporte en nuestro país y hoy, a sus 53 años, el corredor vasco sigue honrando al deporte nacional con sus logros en maratones en la categoría máster, para competidores de más de 50 años.

  • ¿Cómo lleva su reto de ganar los seis majors, los mejores maratones del mundo?

  • Muy bien. El pasado año gané el de Nueva York y me dije ¿Por qué no intento ganar también en Boston, Tokio, Berlín, Londres y Chicago? Y en ello estoy. Ya he ganado también los dos primeros y ahora voy a por los otros tres.

  • ¿Qué le hace tener esa motivación a sus 53 años?

  • Las ganas de vivir. Para muchos correr es una moda, pero para mí es mi modo de vida. Hace ya quince años que me retiré del deporte profesional, pero me cuido igual que cuando estaba en la élite. Peso un gramo más que entonces. La única diferencia es que tengo canas. Pero como yo digo, arriba canas y en el corazón muchas ganas.

  • ¿No tiene tentaciones?

  • Para nada. No estoy pegándome homenajes cada dos o tres días porque eso un castigo muy serio para tu cuerpo. Hago deporte a menudo y sigo una dieta regular, aunque sin obsesionarme. Si quiero tomarme una cerveza o un vino, lo hago. Tampoco mido al detalle el aceite, la sal, o el azúcar que tomo. Sencillamente, intento ser comedido con los productos que son más perjudiciales.

  • Ustedes los fondistas deben tener mucho cuidado con el nivel de colesterol...

  • Efectivamente. Los corredores de larga distancia solemos tener el colesterol bastante alto. Hacemos entrenamiento muy aeróbicos, y cuando se agota el glucógeno, el cuerpo tira de nuestra grasa, y esa activación de grasa hace que el colesterol suba.

  • ¿Cómo controla las lesiones a su edad?

  • Evitar los fritos es esencial. Son grasas que se pegan en los tendones. Eso provoca que no circule bien la sangre y, al final, te hagas daño. Muchas lesiones provienen de una mala alimentación. También las articulaciones y los huesos es fundamental cuidarlos. Llevo acumulado más de 300.000 kilómetros en las piernas, eso son siete vueltas al mundo. Por eso el colágeno forma parte de mi día a día.

  • ¿El corazón lo sigue exprimiendo?

  • Me gusta llegar a mi límite, pero con los pies en el suelo. Por eso siempre escucho mis palpitaciones y adapto mis objetivos a la edad que tengo. El corazón ya no se recupera con la misma facilidad que en mi época de profesional. La idea es que el gaznate no tenga sabor a ácido láctico o sangre, como cuando competía y tocaba picos de esfuerzo.

  • ¿Se hace chequeos médicos?

  • Sí, mínimo uno al año. Como dices Loles en su libro, es clave hacerse anualmente una prueba de esfuerzo y un electrocardiograma. Hay mucha gente que es imprudente a la hora de marcarse un objetivo. No es casual que cada vez haya más infartos en carreras de media-larga distancia.

Otro factor que mantiene viva la musculatura es la nutrición. Siempre, pero más aun a estas edades, es importante tener una alimentación saludable. Aparte de seguir las recomendaciones básicas, es vital el aporte de proteínas de alta calidad biológica, ya que genera masa muscular. También hay que darle prioridad al omega-3, y al calcio y al magnesio, minerales importantes. Eso sí, nunca hay que obsesionarse: «No hay que ser un talibán de la nutrición. Con una dieta flexible, aparte del ejercicio, estams mimando a nuestro cuerpo. Quiero decir que si quieres tomarte un bizcocho de chocolate, por ejemplo, hazlo con gusto. Sencillamente, hay que comer con moderación y sentido común. Por eso, siempre hay que controlar el peso, ya que con el paso de los años las necesidades calóricas disminuyen. Hay que saber adaptarse al paso del tiempo, porque conforme vamos envejeciendo, aunque comamos lo mismo, engordamos más. Y, aunque nos intenten engañar, las dietas milagrosas no existen. Solo adelgazan la cartera».

No le falta razón a Vives, como tampoco le faltaba a la prestigiosa cardióloga Amelia Carro, cuando dijo que «la salud está en las neveras». «Los malos hábitos alimenticios se han apoderado de nuestro día a día y eso conlleva mayor riesgo de enfermedades del corazón, un músculo que, además, esconde bastantes patologías silentes. Por eso, a la correcta educación nutricional hay que añadirle un compromiso médico», detalla la exatleta, que incide en la importancia de pactar con el diablo, pero siempre bajo una capa de seguridad: «A partir de los 45-50, se recomienda hacerse un completo chequeo médico una vez al año, donde no debe faltar un electrocardiograma y una prueba de esfuerzo. Hay que gestionar adecuadamente nuestros límites».

Loles Vives también pone el acento en el CORE, una actividad que está muy de moda y que se centra, precisamente, en tener esa parte del cuerpo en forma: «El core es nuestra sala de máquinas. Es el área que engloba toda la región abdominal y parte baja de la espalda (oblicuos, recto abdominal, suelo pélvico, diafragma, multifidus y músculo transverso abdominal), y cuanto más fuerte y estable esté, mejor estará nuestro cuerpo. Para las personas mayores, que sufren bastantes problemas en la espalda o la columna, es una práctica ideal», aconseja.

Eso sí, por encima de todo lo que cuenta Vives en su detallado pacto con el diablo debe prevalecer una cosa: «Ser feliz. Si no es así, todo lo demás no sirve de nada».

Las diez cláusulas de 'Pacta con el diablo'

1. Levantate y anda. Haz ejercicios.

2. Fortalece tus músculos.

3. Duerme, descansa y recupérate.

4. No maltrates las articulaciones.

5. No fuerces la espalda y el corazón.

6. Come de todo, pero sano

7. Enfréntate a la báscula.

8. No te intoxiques.

9. Chequea y cuida tu cuerpo.

10. Sé feliz. (O inténtalo).

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