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Imagen de la fachada principal del Hospital de León.
Los pacientes luchan contra el «desmantelamiento silencioso» de la Unidad del Dolor de León

Los pacientes luchan contra el «desmantelamiento silencioso» de la Unidad del Dolor de León

Retrasos en las pruebas, malas contestaciones a los pacientes, diagnósticos obsoletos y negativas a realizar tratamientos ya aprobados son algunos de los problemas a los que se enfrentan desde hace meses

I. SANTOS

León

Viernes, 11 de mayo 2018, 09:37

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La Unidad del Dolor de León, que nunca ha sido visible entre las áreas de salud del Hospital leonés, está sufriendo diferentes cambios y traslados que afectan gravemente a sus pacientes. «Este desmán comenzó hace un año con problema en los quirófanos», explica a leonoticias una de las pacientes de la unidad. Retrasos en las pruebas, malas contestaciones a los pacientes, diagnósticos obsoletos y negativas a realizar tratamientos ya aprobados son algunos de los problemas a los que se enfrentan desde hace meses.

Las redes ya se han hecho eco de estas dificultades en la sanidad leonesa y buscan firmas que apoyen la vuelta de «uno de los mejores médicos que ha tenido la Unidad del Dolor». Emilio Bronte ha destacado entre sus pacientes por buscar siempre una solución a sus dolencias y preocuparse por el bienestar de sus vidas, pero en la actualidad ha sido apartado del servicio. «Un desmantelamiento silencioso de la unidad que sólo perjudica a los pacientes», insiste Camino García.

El beneficio de la Unidad

Un caso que refleja el trabajo de la Unidad del Dolor se ve en una de sus pacientes. Nati fue diagnosticada con fibromialgias, pero posteriormente desarrollo una patología distinta: la estenosis de canal. Entre unas dolencias y otras acabó en silla de ruedas.

Fue entonces cuando entró en la Unidad del Dolor, donde con la primera epiduroscopia (una prueba diagnóstica, pero en este caso muy terapeutica) volvió a caminar.

Actualmente son más de 60 los pacientes unidos que quieren que el Doctor Bronte vuelva a trabajar en la Unidad del Dolor. Una unidad multidisciplinar que cuenta con varias divisiones para detectar si las dolencias son mentales o fisiológicas, posteriormente se realizan las pruebas y se valora si la solución puede pasar por la rehabilitación o no hay solución al dolor. En este último caso es donde entran en juego los diez tratamientos que se pueden llevar a cabo para mejorar la calidad de vida de los pacientes de la unidad.

Camino explica que «hay gente que con rehabilitación no consigue nada y es cuando empiezan con pruebas de descarte». En su caso le infiltraron de diferentes maneras por una estenosis de canal, «cuando llevas varias infiltraciones que no hacen nada se hace una selectiva en el quirófano». Pero puede que esa solución tampoco calme los dolores de los pacientes por lo que se lleva a cabo una epiduroscopia, «que es una prueba diagnóstica, pero también terapéutica».

Pruebas obsoletas

Roberto es uno de los afectados por estos cambios, en su caso está a la espera de 2 ó 3 operaciones, pero la última noticia que tiene es el deseo de la nueva doctora de realizarle «una técnica súper anticuada, es casi la misma prueba pero sin la cámara que guía al médico». Pero todavía no sabe en que quedará esta situación, ya que cada día te ve un médico distinto.

El problema es que el nuevo equipo de la Unidad del Dolor no conoce todos los procesos para mejorar la calidad de vida de los pacientes, como lo hacía el doctor Bronte, también dificulta la tarea que la nueva coordinadora de la unidad «exige que todas las pruebas y diagnósticos pasen por ella».

Derivando pacientes a Valladolid

Otra de las críticas de este grupo de pacientes son las 'altas por fracaso terapéutico'. «Es una manera de dar el alta, cuando ellos no son capaces de dar solución», explica Camino que insiste en que el problema o la dolencia puede que tenga una solución, «o que con un tratamiento no sea un impedimento para el desarrollo normalizado de la vida del paciente», pero ellos alegan no ser capaces de darla.

En este caso, la solución que les presentan es acudir a la Unidad del Dolor de Valladolid o de Salamanca. «Son pacientes que no interesan por temas económicos».

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