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Los carotenoides, colorantes naturales presentes en tomates, zanahorias, espinacas, maíz... son capaces de neutralizar algunos de los radicales libres más agresivos.
Terapias y dietas antiox para mejorar la fertilidad

Terapias y dietas antiox para mejorar la fertilidad

Un estudio español coordinado por la doctora Rocío Núñez demuestra la relación entre el estrés oxidativo y la baja respuesta ovárica en mujeres menores de 35 años que ahora podrían ser susceptibles de tratamiento con antioxidantes

pilar manzanares

Domingo, 12 de junio 2016, 17:52

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Explicado de una manera muy básica, el estrés oxidativo abarca un conjunto de fenómenos que provocan un aumento del número de radicales libres y un defecto de antioxidantes en el organismo. Este desequilibrio causa un envejecimiento celular y provoca que las células mueran. Pero, ¿por qué sucede esto? Según la doctora Rocío Núñez, directora científica de la Clínica Tambre y profesora asociada del Máster de Reproducción Asistida de la Universidad Complutense, «por lo general es provocado por malos hábitos como el tabaquismo, llevar una alimentación inadecuada rica en grasas, el estrés y una vida sedentaria o con poca práctica de ejercicio».

La dieta para la fertilidad

  • MUY PRÁCTICO

  • Los antioxidantes, especialmente aquellos que proceden de frutas y verduras, pueden ser «grandes aliados de la fertilidad pues mejoran la respuesta ovárica y favorecen la capacidad reproductora», afirma el doctor Jesús Tresguerres, catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental de la Universidad Complutense y jefe de la Unidad de Calidad de Vida de la Clínica Tambre.

  • Este experto es el autor de la dieta para la fertilidad

  • Tomar un menú bajo en calorías.Incluir en la dieta muchas verduras y frutas, ricas en antioxidantes que generan menos inflamación.

  • Destacan

  • A Los carotenoides, colorantes naturales presentes en tomates, zanahorias, espinacas, maíz... capaces de neutralizar algunos de los radicales libres más agresivos. El vegetal con más antioxidantes es el tomate y la fruta, la granada.

  • B Los flavonoides como el resveratrol presentes en frutas, verduras y bebidas como el té, las uvas, el vino y la cerveza. Se recomienda tomar estos últimos en cantidades moderadas.

  • Beber 2 litros de agua al día.

  • Consumir infusiones, sobre todo té verde rico en antioxidantes.

  • Disminuir la ingesta de proteínas, como las carnes rojas, y aumentar el consumo de pescados y proteínas vegetales como las legumbres.

  • Tomar poco azúcar refinado y poca sal. Se recomienda consumir como máximo 6 g de sal, preferentemente yodada, al día. Evitar alimentos y bebidas ricos en azúcares, sal y grasas ocultas (precocinados, pastelería industrial...).

  • Cocinar a temperaturas suaves sin dañar los alimentos.

  • Aumentar la ingesta de alimentos ricos en omega3, ya que preservan la memoria y evitan la acumulación de grasas en las arterias. Se recomienda tomar 100 g de pescados ricos en omega3 (caballas salmón, trucha, reo, sardinas, arenques...) que cubren el 100 % de la necesidad diaria.

  • Tomar poca grasa saturada animal consumir pescados, proteínas vegetales (con poca carga glucémica y ricas en fibra), huevos, lácteos bajos en grasas y carnes blancas.

  • Tomar aceite de oliva.

  • Disminuir la cantidad diaria de hidratos de carbono de índice glucémico alto, pues producen sensación de hambre y favorecen la acumulación de grasa. O lo que es lo mismo, tomar poca harina refinada y bollería industrial. Se aconseja consumir los hidratos de carbono mejor durante la comida principal y reducirlos en la cena.

  • Se recomienda la práctica de ejercicio físico moderado y regular.

Ya se sabía que este tipo de estrés afectaba a la fertilidad tanto de hombres como de mujeres, pero un estudio coordinado por la doctora Núñez y publicado en la revista científica Reproductive BioMedicine Online ha demostrado ahora que, concretamente, es el responsable de una patología creciente entre las mujeres menores de 35 años como es la baja respuesta ovárica. «A pesar de ser jóvenes, su fertilidad es similar a la de una mujer pre menopáusica», matiza la investigadora. Y es que es normal que una mujer, conforme avanza la edad, pierda reserva ovárica, pero no que esto suceda en mujeres jóvenes.

Así el objetivo del estudio era comprobar la implicación del estrés oxidativo en la baja respuesta ovárica en pacientes sometidas a tratamientos de Fecundación In Vitro (FIV), cuya prevalencia oscila entre el 9 y el 24% de los casos. Los resultados han permitido comprobar concentraciones de marcadores de estrés oxidativo y sustancias antioxidantes en el líquido folicular de pacientes con baja respuesta a la estimulación ovárica frente a donantes de ovocitos fértiles.

«La novedad de este hallazgo, por el que se demuestra por primera vez que el estrés oxidativo está relacionado con la baja reserva ovárica en pacientes jóvenes, abre una puerta de esperanza a estas mujeres que podrían ser susceptibles de tratamiento con antioxidantes, en lugar de recurrir a la donación de óvulos», indica la coordinadora del trabajo. De hecho, ya existe la tendencia de indicar una dieta antioxidante con suplementos en pacientes infértiles, como la diseñada por el doctor Jesús Tresguerres, catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental de la Universidad Complutense de Madrid y jefe de la Unidad de Calidad de Vida de la Clínica Tambre.

Ensayos con melatonina

«La dieta y un estilo de vida saludable evita que el problema se produzca y frena su avance, pero no lo revierte. Por ello, lo que ahora estamos haciendo es un ensayo clínico y probando si con ciertos antioxidantes esto podría lograrse. Es decir, estamos probando si con estos antioxidantes exógenos (concretamente ensayamos con melatonina) podría mejorarse la calidad de los óvulos que quedan en la reserva», explica la doctora Núñez.

De momento, y hasta que los resultados del ensayo clínico demuestren que la melatonina es efectiva, las mujeres solo pueden conseguir frenar el avance del estrés oxidativo, con una dieta rica en alimentos con alto contenido en antioxidantes, presentes en vegetales y frutas.

Entre los alimentos más destacados: el tomate, los que tienen colorantes naturales como la zanahoria, los cítricos, las espinacas o el maíz, frutas como las fresas o la granada, y otros como los extractos de soja.

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