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Las perturbadoras prácticas sexuales del Antiguo Egipto

Las perturbadoras prácticas sexuales del Antiguo Egipto

En el Papiro Erótico de Turín, por ejemplo, se muestran imágenes de orgías entre miembros de la corte y sacerdotes

REDACCIÓN

Jueves, 25 de mayo 2017, 11:49

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Lo que hoy nos puede parecer una auténtica aberración, era algo muy normal en el antiguo Egipto. Hablamos de determinadas prácticas sexuales y de extrañas costumbres, como los matrimonios entre hermanos e incluso entre padre e hija, con el único objetivo de preservar la pureza del linaje, o la práctica de la necrofilia.

Al parecer, los egipcios establecieron la castración como castigo para los violadores. Sin embargo, tenían una visión nada recatada sobre el sexo. Así lo demuestran las pruebas pictográficas y los descubrimientos de algunos expertos en egiptología. En el Papiro Erótico de Turín, por ejemplo, se muestran imágenes de orgías entre miembros de la corte y sacerdotes, acompañadas de textos como ven y métemela por detrás.

Aunque las mujeres no dependían de sus maridos, los matrimonios sí se celebraban a edades muy tempranas. Además, se consideraba que una pareja estaba casada cuando empezaba a convivir bajo el mismo techo, sin necesidad de realizar ninguna ceremonia. No obstante, sí se realizaba un contrato sobre la crianza de los futuros hijos. Y es que, según los expertos, el matrimonio tenía un único objetivo: reproducirse.

Además, la poligamia estaba permitida, aunque no era frecuente. Sí lo era entre los faraones, que podían tener concubinas y distintas esposas y que también tenían permitido el incesto. Ramsés II, por ejemplo, tuvo más de 100 hijos con distintas mujeres, según los textos antiguos.

En cuanto a las orgías, se considera que tenían mucho que ver con ritos de fertilidad. Las prostitutas, por su parte, recibían el nombre de Kat tahut (vulva) y, además de vender su cuerpo, bailaban y cantaban. También existían las felatrices, unas prostitutas especializadas en felaciones, que se distinguían por sus llamativos labios rojos.

Es bien sabido que la mitología estaba muy presente en el Antiguo Egipto y uno de los primeros mitos sobre sexo tenía que ver, precisamente, con las felaciones. Cuenta el mito que, tras la muerte y descuartizamiento del dios Osiris, su hermano, su esposa y su hija reunieron todas las partes de su cuerpo, pero al no encontrar el miembro viril, su esposa esculpió un pene en arcilla y le devolvió a la vida a través de una felación.

Algo que también tiene que ver con la mitología egipcia es el valor sagrado del semen. Y es que existía la creencia de que el río Nilo era la eyaculación del dios Atum y en su entorno se realizaban ceremonias consistentes en la masturbación en la orilla del río.

Otra de las prácticas que se realizaban y que hoy consideramos una auténtica aberración es la necrofilia. Gracias al Papiro de Ebers, se descubrió que los embalsamadores practicaban sexo con los cadáveres y no eran castigados por ello. No obstante, no era una práctica bien vista socialmente. La zoofilia también aparece en las imágenes que se conservan del Antiguo Egipto.

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