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Jueves, 29 de septiembre 2016, 13:02
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Haciendo suya la frase de Pablo Picasso cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida, más de 180 ancianos de doce residencias de Ballesol (Madrid) decidieron hace más de un año convertirse en artistas para recaudar fondos para ayudar a los niños enfermos de cáncer de la Fundación Aladina. Lo hicieron en los talleres de manualidades, laborterapia, poesía...reciclando desde las palabras para convertirlas en libros de poemas escritos por ellos mismos con el título 'Versos por sonrisas', hasta reutilizando los calcetines en peluches y muñecos o reciclando las pinzas de tender la ropa en joyeros.
El proyecto, creado y desarrollado entre los profesionales de animación socio cultural, terapia ocupacional y los propios residentes, constata los beneficios de este tipo de iniciativas que independientemente de las capacidades cognitivas o motrices de cada residente, ha posibilitado el aumento de la autoestima, satisfacción y el protagonismo de su propio envejecimiento activo y saludable, afirma Luis López, coordinador de animación socio-cultural de Grupo Ballesol. No hay que olvidar que nuestros mayores tienen mucho que aportar a la sociedad.
Todo lo elaborado se ha vendido en mercadillos solidarios y los 14.600 euros recaudados -y entregados en un encuentro intergeneracional- irán destinados íntegramente a los programas de voluntariado, terapias lúdicas y apoyo psicológico que la fundación Aladina tiene en marcha en varios hospitales públicos de la Comunidad de Madrid para ayudar a los niños enfermos de cáncer, aseguran los impulsores de este proyecto.
Con esta iniciativa intergeneracional entre los residentes de Ballesol y los niños y adolescentes enfermos de cáncer también se va a conseguir mejorar los espacios de ocio y descanso en estos hospitales, con el deseo de que las estancias sean menos duras y monótonas. El apoyo de todas las personas mayores también hará posible que muchos de los sueños de los más de 1.800 niños y familias, que anualmente atiende la Fundación Aladina, se pueda hacer realidad.
Ayudar a los más pequeños es lo más gratificante que podemos hacer en nuestra vida, asegura este grupo ejemplar de personas mayores.
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