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El preso liberado en la Procesión del Perdón.
Campanilla de perdón

Campanilla de perdón

La Cofradía del Santo Cristo del Perdón celebra en el Locus Apellationis la liberación de un preso de la cárcel de Mansilla en un Acto del Perdón que volvía a reunir a miles de leoneses ante el antiguo fuero juzgo de la ciudad

rubén fariñas

Martes, 11 de abril 2017, 22:17

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El sonido de la libertad llegó a León. Miles de personas se volvieron a congregar a los pies de la Pulchra Leonina para asistir al Acto del Perdón, uno de los eventos marcados en rojo de la Pasión leonesa.

V.V.J., leonés de 54 años, ha obtenido el indulto solicitado por Cofradía del Santo Cristo del Perdón.

El abad de la penitencial ferroviaria, José Luis Cabada, hizo la proclama en el Locus Apellationis, en el pórtico de la Catedral, para pedir la libertad de este preso que se encontraba en el Centro Penitencial de Mansilla de las Mulas.

El alcalde de León, Antonio Silván, procedió a la lectura del Real Decreto, dictado por el Consejo de Ministros, en el que se autorizaba a conceder la libertad al reo, condenado a tres años de prisión.

Dos hermanos de la penitencial se dirigieron entonces al Seminario Mayor con el sonido de una campanilla, donde esta persona, ya en libertad, esperaba para ser recibido por el pueblo de León en el antiguo fuero juzgo de la ciudad bajo los sones del Orfeón Leonés.

Tres golpes en la puerta y el perdón esperaba al otro lado. A su salida, el reo, vestido con la indumentaria marrón franciscano de la Cofradía del Santo Cristo del Perdón, se incorporó a la procesión como un hermano más.

La cofradía de los barrios ferroviarios

Previamente, la Procesión del Perdón había alcanzado la plaza de Regla en una marcha ordenada y sin alardes, como pregonan los papones de la barriada obrera.

Los hermanos de filas, con el característico farolillo ferroviario, llegaron en primer lugar. Los más pequeños con luz blanca, los mayores con la roja, y guiando el resto del cortejo, escoltando al primer paso.

La Condenad de Cristo llegó pujada por 18 internos del Centro de Inserción Social que quisieron colaborar con la cofradía. Sus cuatro alargadas figuras fueron el inicio de un acto que ya es un referente del calendario pasional leonés. La escasez de braceros se dejaba notar entre los hermanos, que a duras penas mantenían en pie la talla, mientras sonaba la Agrupación Musical del Cristo del Gran Poder con la marcha Alma de Dios.

Recuerdo al hermano fallecido

Tras ellos, el Santo Cristo del Perdón, una sensacional obra de Ángel Estrada y el titular de la penitencial. Dos rosas rojas marcaban la sentida ausencia de Carlos Carbajo, abad honorario de la cofradía recientemente fallecido, entre los más de 80 hermanos portaban el paso ante el que se solicitaría el indulto del penado. Su hueco, a la entrada a la plaza de Regla lo cubrieron dos de sus hijas de forma excepcional. La Banda de Música del Perdón era la encargada de guiar el caminar en su llegada al acto central del recorrido.

El Cristo de la Esperanza, de autor anónimo, era pujado por los jóvenes de la barriada, que trataban de mostrar sus habilidades como futuros braceros, cuando la estatura les obligue a sostener sobre sus hombros al titular.

La sección manolas, recogidas en su riguroso luto, dieron paso a la Madre de la Paz. Portada exclusivamente por mujeres, cerraba la procesión y daba lugar al Acto del Perdón.

Una vez concluido, la procesión se reanudó abandonando el centro de León para concluir, ante los vecinos del barrio de San Francisco de la Vega, con un encuentro entre el Santo Cristo del Perdón y la Madre de la Paz.

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