León agita con júbilo las palmas

Todos con sus palmas y sus ramos, de diferentes colores y tamaños, escondiendo esa tímida sonrisa, observando con curiosidad y cariño, con esa mirada de ingenuidad el paso de Jesús de Nazaret en su entrada en Jerusalén en la procesión más alegre de la Pasión leonesa.

Precedido por la corporación municipal, con el alcalde de León, Antonio Silván, a la cabeza, el paso de la Borriquilla ha llegado desde la plaza de San Marcelo a la plaza de Botines donde ha tenido lugar el acto central de la procesión.

El obispo de León ha realizado la tradición bendición mientras los leoneses agitaban con júbilo palmas y ramos en conmemoración del pasaje bíblico en el que se narra esa entrada triunfal de Jesús a lomos de un pollino.

Julián López se ha referido a los niños y niñas porque este es, según ha dicho, su día, por lo que les ha pedido que vivan la Semana Santa con alegría, tal y como corresponde a los más pequeños, para terminar su intervención con un viva Jesús, contestado por los asistentes.

Un acto tras el que la Borriquilla ha continuidad la marcha por la calle Ancha hasta la Catedral de León donde el obispo ha oficiado la misa en esta jornada de Domingo de Ramos.

Una procesión que arrancó con la mirada puesta en el cielo, un cielo brumoso que amenazaba lluvia pero entre el que consiguió colorase el radiante sol coincidiendo con la llegada de la Borriquilla a los pies de la Pulcra Leonina.

70 años de Borriquilla

Realizado en el siglo XX en los talleres de Olot por encargo de las tres cofradías que por aquel entonces tenía la capital, Angustias, Jesús y Minerva, La Borriquilla llegaba a la capilla de Santa Nonia de León la noche del 1 de abril de 1944 para dar un nuevo impulso a la Semana Santa leonesa.

Sin embargo, las lluvias que ya empañan más de una Semana Santa obligarían a la Borriquilla a quedarse al amparo del techo de la Catedral de León que acogió la celebración del tradicional Domingo de Ramos seguido con gran devoción especialmente por los más pequeños que ramas de los pinos de la Candamia.

Un paso que aún hoy despierta el cariño de los leoneses principalmente de los más pequeños que cada domingo acompañan su caminar. Por ello, 70 años después de su llegada a León, en el año 2014, la Borriquilla volvió a ser protagonista en la Semana Santa de la capital leonesa tras someterse a una restauración integral.

Aquejado por el paso del tiempo y las adversas condiciones climatológicas, el paso exigía una completa restauración a pesar de que inicialmente la Junta Mayor de la Semana Santa de León barajo la compra de un paso escultórico nuevo, posibilidad que descartó ante las dificultades económicas.

Una intervención integral que se ha centrado principalmente en el soporto de estuco que tras 70 años había perdido su adherencia y que, entre otros, permiti

ó la restauración de la policromía original del paso así como la recuperación de la figura del apóstol abandonado en el Mercado de Ganados desde hace 30 años.