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Lunes, 6 de febrero 2017, 19:56
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Cada primavera, las puertas del Colegio Leonés se abren para que las calles del Barrio de Santa Marina la Real se llenen de púrpura y negra.
Esa inscripción recibe a los visitantes que, hasta el próximo 25 de febrero, se acerquen al Auditorio Ciudad de León.
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No se trata de una obra de teatro, es la exposición que con motivo de su 25 aniversario, la Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo presenta a los leoneses y visitantes.
La penitencial celebra sus bodas de plata en la Pasión con una muestra de sus tallas más representativas, estandartes, ornamentos y utensilios que el Miércoles, Jueves y Sábado Santo parten por las arterias de las calles empedradas de la capital del viejo Reino para que, un año más, su semana grande sea enhorabuena.
La primera sala exhibe los carteles de los veinticinco años de Desenclavo y una talla de barro sobre la que se creó su imagen titular, el articulado Cristo del Desenclavo.
Imaginería devocional del Desenclavo
El centro cultural leonés dispone otros dos rincones para recorrer los principales detalles de los papones de Santa Marina. En una, aparece el Santo Cristo de las Injurias, acompañando a la urna que acoge el desenclavo de Astorga, cofradía con la que están hermanados y con la que refrendan su unión cada dos años.
Y no podía faltar el Cristo del Desenclavo, acompañado por Nuestra Madre María Santísima del Desconsuelo, que aquí también decide estar junto a él.
Otra sala muestra los elementos sonoros del Oficio de las Tinieblas que acompañan el canto del Miserere en la noche de Jueves Santo.
Los instrumentos de la sección musical dan paso a María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad que cierra una muestra para recordar 25 años de Pasión, 25 años de desagravio e injurias y 25 años del desconsuelo ante el desenclavo de Cristo.
Historia de la Cofradía
Mucho se ha hablado, quizá en exceso, del 'Proyecto Desenclavo', pero la realidad es que fue la iniciativa de unos diez papones leoneses de raigambre y solera, comprometidos con su Semana Santa y su inquietud por enriquecerla, lo que impulsó a dar forma la idea de ofrecer una visión nueva y restauradora de las tradiciones de la Hebdomada Maior Legionense perdidas en el tiempo y merecedoras de ser rescatadas del sueño eterno a la que habían sido condenadas. Ese proyecto se plasmó en la Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo en su camino hacia el Padre.
Y el sueño, poco a poco, fue haciéndose realidad y el 3 de julio de 1992 se redacta un acta fundacional que constituye y aprueba los estatutos de la Cofradía. Algunos días después, concretamente, el 31 de julio, el Obispado la erige canónicamente en la parroquia de Santa Marina la Real, iglesia que se había elegido por su relación con las más encumbradas tradiciones leonesas y por pertenecer a un barrio netamente leonés.
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