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Nueve años de cárcel por intentar estrangular a su pareja en un ataque de celos en Ponferrada

Nueve años de cárcel por intentar estrangular a su pareja en un ataque de celos en Ponferrada

El varón asegura que fue la mujer la que le amenazó con dos cuchillos y achaca el golpe en la cabeza a una caída | La Audiencia Provincial acogerá el juicio el 19 de marzo

A.C.

Ponferrada

Miércoles, 10 de enero 2018, 20:34

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La Audiencia Provincial de León juzgará el próximo 19 de marzo a las 9.30 horas a un varón que se enfrenta a nueva años de prisión por un delito de homicidio tras intentar asfixiar a su pareja sentimental durante una discusión por un ataque de celos. Por su parte, el varón niega los hechos y asegura que fue ella la que mantuvo una postura agresiva, amenazándole con un arma blanca y sufriendo un golpe en la cabeza fruto de una caída.

Según las calificaciones previas, los hechos tuvieron lugar sobre las 17:40 horas del 29 de abril de 2016 en el domicilio de ambos en Ponferrada, cuando el acusado entabló una discusión con la víctima a causa de los celos.

En el transcurso de la discusión, el acusado rompió el palo de la fregona con sus manos e intentó tirarse por la ventana, lo que frustró la víctima. Posteriormente, cogió dos cuchillos en la cocina y empezó a perseguirla por la casa para que viera cómo se cortaba las venas.

Mientras, ella le pedía una y otra vez que abandonara la casa y que la dejara en paz, haciendo el acusado caso omiso. Cuando parecía que se había tranquilizado, fueron a hablar a la habitación porque así se lo pidió él y, en ese momento, aprovechó para agarrarla por el cuello y, con ánimo de acabar con su vida, empezó a apretarla con fuerza mientras ella luchaba por quitárselo de encima.

Finalmente, ella consiguió girarse, tirarse al suelo y agarrarse a la pata de la cama para defenderse, sin embargo, el procesado seguía agarrándola por el cuello, presionándola con tal intensidad que la víctima se orinó encima, perdió el conocimiento y empezó a convulsionar.

Mientras ella estuvo inconsciente el procesado no realizó maniobra alguna para tratar de reanimarla ni solicitó en ningún momento asistencia sanitaria. Sobre las 18:15 horas la víctima recobró el conocimiento, momento en el que el procesado la levantó del suelo y la colocó en la cama mientras le decía que tenía que terminar lo que había empezado porque le iba a buscar la ruina.

La huida

Presa del pánico, ella le dijo que le quería, que iba estar siempre ahí, que nadie les iba a separar y que por favor le dejara salir porque había una fuga de agua e iban a aparecer los vecinos en cualquier momento.

Entonces él salió de casa, momento en el que ella aprovechó para bajar las escaleras y llegar, sin que el procesado le alcanzase, a un bar próximo a la vivienda para pedir ayuda, siendo auxiliada por las fuerzas y cuerpos de seguridad y, posteriormente, trasladada al Hospital del Bierzo.

La mujer sufrió lesiones por asfixia, hematomas, hemorragias y daños cervicales, heridas que tardaron 90 días en curar, de los que tres permaneció hospitalizada y 63 impeditivos, sufriendo secuelas en forma de algia postraumática y trastorno por estrés postraumático.

El Ministerio Fiscal entiende que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa con agravante de parentesco y solicita una pena de nueve años de prisión y la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima durante ese mismo periodo así como el pago de 10.000 euros en concepto de indemnización por lesiones y secuelas.

La versión de la defensa

Por su parte, la defensa niega el relato del fiscal y asegura que cuando su cliente llegó al domicilio de su pareja se encontró con otro hombre que había ido a ducharse a casa de ella, una consumidora habitual de cannabis y que presentaba síntomas de haber consumido grandes cantidades el día de los hechos.

Fue una vez que el varón abandonó el domicilio cuando emprendieron una discusión, ante lo que su cliente quiere abandonar la casa. Sin embargo, la mujer se lo impidió dándole patadas y puñetazos en un estado de gran excitación, cogiendo unos cuchillos que su cliente intentó quitárselo.

En ese momento, continúa la defensa, ella se agarra del cuello, tropieza con la cama, se cae y se golpea en la cabeza, empezándole a salirle espuma por la boca y con los ojos totalmente en blanco. Ante ello, su cliente le agarró la lengua para evitar que se atragante.

Cuando la mujer vuelve en sí, el procesado le insiste en que vaya a Urgencias, pero ella dice que no que se tiene que ir a trabajar y le pide que no la deje. Sin embargo, él no quiere seguir y se lo dice claramente.

Finalmente, bajan los dos a la calle y, antes de salir, ella le da un codazo en el estómago y sale dando gritos diciendo que le habían intentado agredir, momento en el que el varón se va para evitar la confrontación. Por todo ello, la defensa pide su libre absolución.

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