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Bremen, un cuento de los hermanos Grimm

Bremen, un cuento de los hermanos Grimm

La ciudad alemana impacta por su belleza, sorprende por su ambiente y enamora por sus detalles, con pinceladas que son de otra época

Álvaro Romero

Jueves, 12 de octubre 2017, 11:58

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Conocida popularmente entre los alemanes como la “Roma del Norte”, Bremen se sitúa al noroeste del país, formando un triángulo geográfico y cultural con Hamburgo y Hannover. Se trata de una de las ciudades con más encanto de Alemania, por esa razón la UNESCO decidió añadirla a la lista de Patrimonio d la Humanidad en el año 2004.

El río Weser cruza la urbe en uno de sus tramos más anchos, característica que hace posible la navegación. Gracias a ello Bremen es una ciudad vinculada al mar y cuenta con un importante puerto, el segundo de carácter fluvial más destacado de Alemania. En la actualidad la economía bremense se sustenta gracias a la industria y el turismo.

Bremen y los Grimm

Bremen es mundialmente conocida por el cuento de los hermanos Grimm titulado: “Los músicos de Bremen”. Sus páginas cuentan la historia de cuatro animales, un burro, un perro, un gato y un gallo que cuando se hacen viejos deciden abandonar a sus dueños y poner rumbo a la bella ciudad de Bremen para ganarse la vida como músicos callejeros.

Una estatua en honor a los cuatro animales y al cuento de los Grimm se levanta junto al Ayuntamiento, convirtiéndose con el paso de los años en el símbolo de la ciudad. Una escultura creada por Gerhard Marcks que data del año 1989 y en la cual los animales se superponen uno sobre otro.

Paseando por un cuento

Bremen es una ciudad de cuento que parece estar moldeada en sueños, perderse por su centro histórico es descubrir mil rincones con encanto, ejemplos de arquitectura típica del medievo alemán.

La Plaza del Mercado es el centro neurálgico del casco antiguo, allí se celebran ferias, exposiciones y mercadillos, además los restaurantes extienden sus terrazas para el disfrute de los presentes. Una cruz preside el piso de la plaza, el símbolo de la Liga Hanseática, que representa el carácter marítimo de Bremen y su colaboración en la lucha contra la piratería.

La plaza la completan el edificio del Ayuntamiento, la Casa del Comercio y la estatua de Rolando, otro de los símbolos inconfundibles de la ciudad. Junto a ellos se levanta la imponente Catedral de San Pedro, con dos torres de 100 metros de altura y un enorme rosetón gótico que adorna su fachada. Otra estatua destaca en este espacio, la de Otto von Bismark.

Debajo del edificio del Ayuntamiento se encuentra una de las bodegas más antiguas de Alemania, allí se pueden degustar más de mil tipos de vino diferentes.

Böttchestrasse y Schnoor

La calle Böttchestrasse es la más representativa de la ciudad. Una escultura dorada preside la entrada a la calle, imagen que simboliza a San Jorge luchando contra el dragón. Esta calle medieval se caracteriza por suelos de piedra y fachadas de ladrillo rojo. A día de hoy se encuentra plagada de tiendecitas de artesanía y suvenires, además de ser un reguero continuo de turistas llegados desde todas las partes del mundo.

Al final de la vía se contempla un antiguo carrillón con 30 campanas de porcelana que tocan una melodía marinera, junto a ellas se puede ver un reloj que cuenta la historia de los marineros que cruzaron el Atlántico.

Schnoor es uno de los rincones más idílicos de Bremen, su barrio más antiguo, poco más de 100 casas de colores que datan de la época hanseática y albergan talleres y artesanos que venden allí sus creaciones. Suelos de piedra y casas preciosas donde se respira un ambiente muy especial.

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