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Alcalá del Júcar, la más pura esencia albaceteña

Alcalá del Júcar, la más pura esencia albaceteña

Enclavado en un entorno espectacular vigila desde el cerro el serpenteante cauce del río Júcar ofreciendo una bella silueta

Álvaro Romero

Jueves, 22 de febrero 2018, 11:03

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Alcalá del Júcar se encuentra situado en el noroeste de la provincia de Albacete, ocupando parte de la comarca de La Manchuela. El río no solo forma parte del nombre del pueblo, es también el elemento más importante de la región. El municipio se acopla al cauce y a sus meandros pues baja haciendo "eses" a su paso por la zona, dibujando una preciosa estampa que no deja indiferente a nadie y que le valió para ser declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982.

El castillo y sus vistas

El pueblo se reparte por el cerro con calles inclinadas y angostas. Todas ellas ascienden y parecen buscar un mismo enclave, el castillo, elemento que se alza en la altura acaparando la mirada de todo curioso que hasta allí se acerca y ofreciendo unas maravillosas vistas panorámicas de la hoz del río y todo el entorno que le rodea.

Pese a su origen árabe poco se parece a día de hoy a una construcción militar andalusí. La reconquista y las diferentes modificaciones que sufrió posteriormente borraron las huellas islámicas, pero no su encanto y singularidad. El castillo es, sin duda, una visita obligada en Alcalá del Júcar.

Arquitectura popular

En la subida hasta la fortaleza se puede disfrutar de la arquitectura popular del pueblo. Casas que siguen una misma línea, donde el color blanco marida a la perfección con la roca y el verde de los alrededores. Forma parte de la red de Pueblos más Bonitos de España y motivos tienen los lugareños para presumir de ello.

La peculiar situación de la villa hace posible que la mayoría de las casas estén excavadas en la propia montaña, convirtiendo el cerro es un queso gruyere repleto de cavidades, huecos y cuevas de tal longitud que llegan hasta el extremo opuesto de la peña sobre la que se asienta la villa. Algunas de ellas aún se pueden visitar e incluso han sido reconvertidas en restaurantes.

La Historia de Alcalá de Júcar se remonta a época romana, el puente sobre el río se fecha en esa época y sirve como acceso directo a la Iglesia parroquial de San Andrés, levantada entre los siglos XVI y XVIII. Su Plaza de Toros y la preciosa Ermita de San Lorenzo completan la visita a uno de los pueblos más bonitos de Castilla- La Mancha.

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