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Pautas para lograr reducir el tiempo que se dedica a la consola desde el respeto

¿Hijos 'enganchados' a los videojuegos? Primero, entiéndelos

Pautas para lograr reducir el tiempo que se dedica a la consola desde el respeto

calos pajuelo

Badajoz

Martes, 15 de mayo 2018

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Muchos padres están preocupados con las horas que sus hijos les dedican, «enganchados», a los videojuegos, a los móviles, y ahí nos quedamos en la preocupación, como si realmente no pudiéramos hacer nada en estos temas más que decirles, enfadados: ¡quieres dejar ya la maquinita!

Los niños empiezan a engancharse a los videojuegos, a las maquinitas, desde que son bebés, y los enganchamos los padres, ¡toma ya!, pero es que a la hora de comer abren tan bien la boca mientras ven a pepapig; están tan entretenidos cuando les dejamos el móvil, la tablet o el ordenador y no molestan durante un buen rato. Y claro, luego van creciendo, y los videojuegos son geniales, se lo pasan bien jugando y cuando tienen móvil, más juegos.

No todos los niños que juegan demasiado tiempo con maquinitas están enganchados, pero una tarea de madres y padres es educar a nuestros hijos para utilizar correctamente videoconsolas, teléfonos móviles, etc. Así que empieza, antes de que sea tarde. ¿Cómo actuar?

1. Entiéndelo

Todo esto de los videojuegos, whatsapp, etc nos consumen mucho tiempo, porque son tremendamente atractivos. Eso de ir superando fases en los juegos les da sensación de «poder», además en muchos de estos juegos están jugando con otras personas, a veces conocidos pero otras, las más, desconocidos, que te van «motivando» o machacando según la habilidad del jugador. Procura que tu acción vaya más allá de solo decir la frase: «¡ya estás con la maquinita!», todo el día con la maquinita, estudia y déjate de maquinitas». Y ya está. Les pedimos a los hijos que aprendan a controlarse ante algo que es muy aditivo, y eso lleva su tiempo. Muestra interés por sus juegos, siéntate a su lado, juega con él. Entiende que les atrae mucho, pero entiende también que tienes que educar.

2. Pregunta (y escucha)

Hijo ¿no crees que le dedicas mucho tiempo a las maquinitas? ¿Tú crees que estás enganchado?, ¿qué crees tú que hace un niño que está enganchado?, ¿Eres consciente de los problemas que le origina pasar tanto tiempo?, ¿A ti te gustaría hacer otras cosas?, ¿cuáles?

De lo que se trata es hacer que nuestros hijos se dén cuenta de que «gastan» mucho tiempo (en realidad casi todo el tiempo) con las consolas, tablets, teléfonos y otras maquinitas.

3. Relaciona exceso de tiempo con videojuegos con problemas cotidianos

Es probable que tu hijo te diga que no tiene ningún problema con las maquinitas, pero entonces tú, como padre o madre, debes de empezar a relacionar su comportamiento con los videojuegos: «has bajado el rendimiento en la escuela», «estás todo el día irritado y cada vez que se te dice algo respondes a voces», «comes rapidísimo para irte a jugar», «no sales con tus amigos», «has gastado tantos euros» (y si dice son míos y hago lo que me da la gana) le repites «son tuyos pero no puedes hacer lo que te de la gana, eres menor y tus padres tenemos que ayudar a que aprendas a organizarte». De lo que se trata es que, con santa paciencia, tranquilidad y de manera sistemática les hagamos ver que dedicar tanto tiempo a las maquinitas les influye en su vida cotidiana.

4. Ayúdale a evitar el peligro, (control y supervisión)

Además de poner un horario para el uso de los videojuegos, apagar el wifi de las casa por la noche ayuda; que, según las edades, no tengan teléfonos con plan de datos también ayuda; que no estén solos mucho tiempo en casa también ayuda; no llevar el móvil encima en casa también ayuda. Vigila tu tarjeta de crédito, más de una familia se ha llevado una sorpresa por la factura de los jueguecitos que la criaturas se descargan. Esto es importante porque algunos padres permiten que sus hijos hagan compras dentro de los juegos y para ello les dan su tarjeta de crédito, con sus números y sus claves. Las tarjetas de crédito son como el monedero y cuando los hijos van creciendo hay que tenerlo bien controlado. No es falta de confianza es que aún no tienen un máster en autocontrol y nosotros tenemos que controlar.

5. Proporciónale alternativas, pero sé prudente

«Hijo, sal con tus amigos, haz deporte, ten una vida organizada, con horarios de sueño con horario de estudio. Hay tiempo para todo». El discurso es precioso, pero poco convincente, Así que tú restringe el uso de las maquinitas y cuando te diga y qué hago, dale alguna pista, pero tendrá excusas para todas y cada una de las cosas que les digas. Ante esto, tú dile: «busca tú qué hacer porque ya sabes que la máquina no la puedes utilizar». Y prepárate porque tu criatura no te va a decir: «¡olé mi padre!, preocupándose por mi educación».

6. Motívale para que se sienta capaz de controlarse

Es muy importante remarcar todos los esfuerzos, por pequeños que sean, que realiza para controlar el uso de las videoconsolas, móviles, etc. No tengas prisa, esta es una tarea que lleva su tiempo, y ahí los padres tenemos que ser muy persistentes. Te recuerdo que tú eres ejemplo, así que utiliza con moderación las maquinitas cuando hay menores delante.

7. Apoya, pero sé firme

Nuestros hijos, mientras aprenden a relacionarse con personas y objetos, es posible que cometan errores. Aprender a convivir con las maquinitas lleva tiempo. y nuestros hijos deben de percibir que entendemos su «afición» por los juegos pero, de la misma manera, lentendemos que los límites a la hora de jugar son necesarios. Fija los límites y según la edad del niño con mayor participación de ellos, y una vez marcados, sé firme.

Entretenidos, es verdad, están muy entretenidos con los videojuegos pero tenemos que enseñarles que junto a los videojuegos conviven tambien otros entretenimientos que a veces los llamamos: responsabilidades.

Más artículos de Carlos Pajuelo en el blog 'Escuela de Padres'.

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