Secciones
Destacamos
dani gonzález
Martes, 21 de junio 2016, 19:51
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Perfectamente equipados, con lámpara, botas, casco y el autorescatador, comienza el viaje a las entrañas de la montaña de León. Una jaula que puede llegar a coger velocidades de diez metros por segundo es la única forma de acceder al centro de la tierra.
Después de un corto viaje de apenas unos minutos, la jaula llega a 250 metros de profundidad. Humedad, oscuridad y frío son los anfitriones de este tenebroso lugar del que ha salido el pan para numerosas comarcas del norte de la provincia.
Vagones, para mover a los mineros por el interior de las galerías, cunetas repletas de agua y las ramplas que conectan las distintas plantas son la decoración de este lugar. Las paredes, en su mayor parte teñidas de negro por el carbón, han sido testigo de un duro trabajo que, en ocasiones, ha acabado en drama.
El lodo, consecuencia de los torrentes de agua que discurren por dentro de las galerías, dificultan el normal movimiento de las personas. Los mineros, acostumbrados a estas condiciones, avanzan con más ligereza, encontrando los lugares con mejor estabilidad.
Mientras tanto, ellos mismos aseguran que esta no es la situación habitual de estos pasajes, ya que suele estar en «mejores condiciones» y alertan de que un cierre no ordenado de estas explotaciones descontrolaría estos torrentes de agua. «Si el nivel del agua crece, el gas tiene que salir por algún lado. No sabemos por donde, y eso es lo peligroso, podría explotar», advierten.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.