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DANI GONZÁLEZ
León
Sábado, 7 de abril 2018
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Una y otra vez se repiten, a la hora de enumerar los problemas más graves de la provincia de León, dos situaciones: el envenjecimiento de la provincia y la pérdida notable de población joven.
No son afirmaciones lanzadas al viento sin sostén estadístico detrás, ya que los números demuestran que la última década ha sido catastrófica en este aspecto para la provincia leonesa.
De los 103.444 leoneses menores de 25 años que habitaban en cualquier localidad de la provincia hace diez años, ahora ya son solo 89.552 jóvenes los que permanecen en León. Es decir, León ha perdido 13.892 habitantes menores de 25 años en los últimos diez años, un 13,45% en solo una década.
La provincia ha perdido uno de cada ocho jóvenes en estos diez años y, no solo eso, el peso de este grupo de edad en el total de la población de León ha caído de manera considerable.
Del 21% que suponían los menores de 25 años hace diez en el total de la población, ahora este grupo de edad sólo supone un 18,85%, lo que evidencia ese envejecimiento del que se habla en multitud de ocasiones.
Los motivos de esta pérdida de población joven se debe a varios motivos como la falta de oportunidades, que ha ocasionado la migración juvenil, pero también los datos de natalidad, que han caído en picado en los últimos años.
La provincia de León ha registrado una notable pérdida de nacimientos en los últimos años. Concretamente, hace una década se registraron 3.515 neonatos, por los 2.869 del último año.
Más de 600 nacimientos menos se han registrado en tan solo diez años, lo que supone un descenso notable del 18,38%.
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