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Jueves, 30 de junio 2016, 11:12
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Mezclar el arte de un pura sangre con el del baile flamenco solo puede ser garantía de éxito. Y eso es lo que ha ocurrido esta Noche de San Pedro en el León Arena.
El Club Ecuestre La Arboleda ha mostrado en el coso leonés lo mejor de su repertorio para levantar las palmas al graderío desde el primer momento.
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Los equinos, acompañados por sus jinetes, han bailado al ritmo de la música sobre la arena. La perfecta sincronización y maravillosas piruetas dejaban boquiabierto al público presente en los tendidos.
El acto se abría con una bailaora, sola, en medio del albero, esperando a que se abriera la puerta de toriles para recibir al caballero montado a lomos de su corcel e iniciar el espectáculo.
La sinergia entre los tres era total hasta que solo las palmas desde el público rompían la magia del momento.
El resto de caballos asomaban posteriormente para presentarse en el feudo leonés, que vibró hasta entrada la noche de un espectáculo donde convergen dos artes como son el flamenco y la doma y consiguen envolver de una atmósfera espectacular cada uno de sus movimientos.
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