La delincuencia juvenil, más alarma que números: 2017 se cierra con cuatro menores detenidos y 93 identificados por hechos delictivos en la capital

Su acometido principal la de educar y prevenir la delincuencia juvenil. Y aunque en los últimos meses ha saltado la alerta a nivel nacional ante el incremento de menores implicados en robos, palizadas o violaciones, en León la comisión de delitos se ha reducido en los últimos años y en su mayoría son de carácter leve.

A lo largo del 2017, el Grupo Paidós intervino en 102 hechos delictivos, que se saldaron con la identificación de 93 menores, de los que cuatro fueron detenidos. Actuaciones en las que se vieron implicados 37 mayores de edad que fueron identificados, de los que tres fueron detenidos.

Los cuatro detenidos fueron autores de delitos tipificados de «graves o muy graves». Concretamente, por robo con violencia, violencia en el ámbito familiar o delitos contra el patrimonio –grafitis-. Tras su detención, los agentes proceden a la su identificación y posteriormente se abrirán diligencias judiciales.

En cualquier caso, Santiago Llamazares, jefe del Grupo Paidós, remarca la dificultad que entraña la detención de un menor y recuerda la imposibilidad en caso de que sean menores de 14 años, por ser inimputables. «La detención en sí es complicado».

Según el balance del 2017 al que ha tenido acceso leonoticias, fueron 25 menores identificados relacionados con delitos de gravedad, ocho de los cuáles fueron por violencia en el ámbito familiar y siete por acoso o agresiones en el ámbito escolar. Los restantes están relacionados con agresiones (2), robo con intimidación (1), robos (1) y otros (5).

En cualquier caso, remarca Llamazares, la mayoría de los menores identificados están involucrados en hechos menores, principalmente hurtos en supermercados y tiendas. «Suelen ser pandillas que entran a robar pequeñas cantidades de dinero o productos en diferentes establecimientos».

Y así se desprende del informe. Los agentes del Grupo Paidós intervinieron en 35 delitos de hurtos (menos de 400 euros) que se saldaron con 51 menores identificados y 14 mayores de edad. En cuanto a delitos leves, los agentes identificaron a siete menores por amenazas y una decena por agresiones.

Unas cifras que denotan, según remarca Llamazares, que en León capital la delincuencia juvenil no es preocupante. Es más, recuerda que habitualmente trabajan son «unos 20 o 40. Hay un grupo de habituales pero en su mayoría son jóvenes esporádicos que se enmarcan en esos 51 identificados por hurtos».

Eso sí, Llamazares no oculta que las nuevas tecnologías han provocado un cambio de modelo en la delincuencia juvenil difícil de detectar. «Antes el delito se cometía en la calle. Ahora, las redes sociales son el canal elegido para robar, acosar, estafar...». Por ello, el Grupo Paidós trabaja cada día «para ponerse al día en las nuevas herramientas tecnologías y atajar este problema».

Nuevas tecnologías que también han provocado un cambio en el perfil del delincuente. Si hace diez años estaban identificados con ciertas minorías -etnia o lugar de origen- en la actualidad las redes sociales convierten a cualquier menor, sin distinción, en un delincuente en potencia.

Además y por número de actuaciones, son las niñas de entre 12 y 14 años el grupo más problemático. «Se interviene mucho en esta franja de edad», remarca Llamazares. Si se tiene en cuenta sólo a los niños, la franja de edad que más actuaciones genera es entre los 14 y 16 años.

Datos que, según remarca Llamazares, viene a constatar que la delincuencia juvenil no debe ser motivo preocupación en León dado que en su mayoría se tratan de delitos leves y que los hechos penales se han visto reducidos en los últimos años no así el número de actuaciones del Grupo Paidós.