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Miércoles, 11 de abril 2018, 09:33
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Los andamios regresan a la cara oeste de la Catedral de León. Lo hacen en la zona exterior para servir de base a una segunda plataforma metálica que en los próximos días se ubicará en el entorno del rosetón de la fachada principal.
El objetivo de la instalación, que se mantendrá por tiempo indefinido ante la dificultad para conocer el estado de las vidrieras, es estabilizar la estructura para actuar sobre las zonas más delicadas.
La actuación, la primera de este tipo que se realizará en la 'Pulchra Leonina', conllevará una inversión de 380.000 euros financiados en su totalidad por la Fundación Cepa.
Una vez finalizada la instalación del andamiaje se procederá a la retirada simultánea de dos a cinco vidrieras del rosetón que, tras su tratamiento serán reinstaladas en el mismo.
El propio Cabildo de la Catedral ha insisto en que la complejidad de la actuación impide ofrecer fechas concretas, siendo los propios técnicos quienes deben fijar las diferentes fases de un proceso que en todo caso se presume problemático.
Las vidrieras de la Catedral de León cubren una superficie total de 1.800 metros cuadrados, distribuidos de la siguiente forma: 3 grandes rosetones, cada uno de ellos, con 8 metros de diámetro, 31 ventanales altos, de 12 metros de altura,
Las vidrieras sufren estados de corrosión, suciedad, roturas y abombamientos, que son analizados de manera individual para llevar a cabo su restauración. Tras el desmontaje, se lleva a cabo en el taller la corrección de las posibles deformaciones, su limpieza y la reposición de los vidrios fracturados.
El objetivo del Cabildo es que en los próximos años se culmine la restauración de los 850 metros cuadrados de vidrieras aún pendientes de actuación.
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