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Imagen de una señal de 100 kilómetros por hora mientras los vehículos circulan por la izquierda.

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Imagen de una señal de 100 kilómetros por hora mientras los vehículos circulan por la izquierda.

Los 2.250 baches de la León-Benavente dejan esta vía a la cabeza de las más irregulares de España

La autovía A-66 sigue a la espera de que se ponga en marcha una actuación urgente por casi 12 millones de euros | La mayoría de los conductores circula por el carril izquierdo ante el deterioro del asfalto

J.C.

León

Miércoles, 30 de mayo 2018, 09:58

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En la A-66, entre Benavente y León capital, a 120 kilómetros por hora (una velocidad hoy no permitida por los acreditados problemas de la calzada) el coche 'bota' de media 45 veces por minuto. Eso supone que, cada dos kilómetros, ése es el número de irregularidades que presenta el vial sólo en uno de los carriles la autovía más 'arrugada' de toda España.

En su conjunto, extrapolando ese dato, en ese tramo de la autovía el conductor soporta de forma estoica los 1.125 'baches' que salen al paso del vehículo en ese tramo de la que seguramente es una de las carreteras nacionales peor acondicionadas.

Eso, si se toma la dirección León, lo que supone que el número total de irregularidades alcanzaría el doble -2.250- en ambos sentidos y se elevaría aún más si se consideraran no sólo dos sino los cuatro carriles de la autovía.

Una gincana

La A-66, en plena Ruta de la Plata, es en realidad un gincana. El grave deterioro del asfalto en esa zona concreta del vial no es un asunto menor, ni nuevo. En realidad el deterioro se extiende por falta de inversión desde 2010, pero se acentuó de forma visible con el paso de los años.

De este modo una inspección realizada en 2015 identificó en esos 51 kilómetros hasta 396 parches aplicados sobre las distintas deformidades de la calzada en ambos sentidos.

Hoy ni tan siquiera es posible parchear porque el deterioro ha alcanzado tal punto que sólo un recubrimiento total podría salvar la situación que ha llegado a un punto tal que -a riesgo de multa- propicia que los conductores utilicen el carril izquierdo de forma permanente.

Reducción de la velocidad

El origen del actual estado de la León-Benavente se encuentra en un fallo durante su construcción provoca que las distintas capas que forman el firme estén lejos de la consistencia deseada, lo que se traduce en baches, toboganes y superficies cuarteadas, mayoritariamente en el carril derecho.

El resultado de todo ello, y la falta de ejecución de las obras de mantenimiento previstas, han terminado obligando a que la velocidad máxima permitida sea rebajada a los 100 kilómetros por hora.

«Siendo conscientes del deterioro actual del firme tras el intenso desgaste sufrido por las adversas condiciones meteorológicas que vienen padeciéndose desde diciembre del pasado año, se ha considerado la reducción de la velocidad en 20 kilómetros por hora para mantener unos adecuados niveles de seguridad vial», se explicó en su momentos por parte del desde el Ministerio de Fomento.

A la espera de 11,9 millones

En el caso de la A-66 el Ministerio tiene en licitación unas obras para reconstruir el firme. El contrato salió a concurso el pasado mes de julio, con un presupuesto inicial de 11,9 millones, y nueve meses después sigue sin adjudicar.

El problema, según se advierte, se encuentra en esa falta de presupuesto. «Se está haciendo todo lo posible para agilizar la adjudicación y formalización del contrato, pero en la situación actual, con unos presupuestos prorrogados, es necesario pedir autorización a Hacienda y estamos pendientes de ese trámite», argumentan desde Fomento. El pliego de contratación especifica que los trabajos comenzarán este curso pero se prolongarán hasta el año 2020.

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