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El acusado, junto a su letrado, este jueves en la Audiencia de León.
Los psiquiatras de parte apuntan a un Trastorno Límite de la Personalidad en Miguel Ángel

Los psiquiatras de parte apuntan a un Trastorno Límite de la Personalidad en Miguel Ángel

Aseguran que el acusado tiene «un escaso» control sobre el pensamiento, siendo capaz de entender aunque se mueve impulso «incontrolables»

a. cubillas

Jueves, 30 de marzo 2017, 17:28

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El asesinato de Denise Pikka fue fruto de una explosión brutal de agresividad por parte de Miguel Ángel Muñoz, su asesino confeso, un individuo incapaz de controlar sus emociones y que ante cualquier impulso externo muestra conductas no reflexivas, mostrando restricciones en su libertad para obrar.

Un individuo que sufre Trastorno de la Personalidad Límite borderline o TLP-. Al menos es el diagnostico emitido por los psiquiatras de la defensa que, contradiciendo el informe de los peritos púbicos, han advertido de que Miguel Ángel es una persona con apariencia normal cuyo obrar esta mediatizado por ese trastorno.

Pero no sólo eso. Los peritos de parte entienden que Miguel Ángel padece además un Trastorno Explosivo Intermitente (TEI), es decir, es una persona que estalla de manera desproporcionada ante un estímulo que pasaría desapercibido para un individuo normal. Acciones que, según han advertido, se repiten a lo largo de toda su vida, desde joven.

Ha sido una vida cargada de conductas anormales, señalaron los psiquiatras, que restaron validez al informe de las psiquiatras públicos al advertir de la necesidad de estudiar toda la curva vital del individuo y no limitarse a una entrevista y a la realización de unos test que por sí solos no pueden determinar una patología.

Mintió «por afán de protagonismo»

Precisamente es en el TLP en el que justifican que Miguel Ángel cambiase de versión y negase unos hechos que, horas después, confesó. No es explicable salvo si tenemos en cuenta esa personalidad anormal, señalaron, apuntando incluso que el acusado pudo llegar a mentir por su afán de protagonismo, de convertirse en el centro de atención.

Porque, continuaron, los individuos que sufren el TLP son personas mentirosas, con un escaso control de pensamiento y que obra por inmediatez, sin personar en las consecuencias futuras. A ello se suma la presión desmedida sufrida tras la detención que les lleva a decir cosas que no han ocurrido. Quieren superar una situación como sea.

Durante su exposición, calificaron de mal gusto la acusación por parte de las forenses públicas de realizar diagnóstico a la carta cuando, según advirtieron, Miguel Ángel sufre esas patologías haya o no haya matado a Denise Pikka. Se trata de una persona capaz de entender pero el problema está en el obrar porque su impulso no es controlable.

Ahora bien, a lo que no encuentran explicación es al detallado relato del acusado que permitió no sólo encontrar el cuerpo de Denise sino que coincidía con los resultados de la autopsia. No lo podemos explicar.

Un trastorno que desaparece en prisión

Por éste motivo, Fiscalía y acusación han entendido de poco creíble el diagnóstico de esta patología psiquiátrica que previamente nunca fue diagnosticada y que no se ha manifestado durante el año y medio que Miguel Ángel lleva ingresado en prisión. Por último, incidieron en que no existe ni un solo caso en el que una persona por sentirse el centro de las miradas confiese un crimen que no cometió.

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