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Danzantes durante la celebración de la hoguera de San Antón.
Noche de fervudo, cotino y gochín

Noche de fervudo, cotino y gochín

Algo más de un centenar de personas se juntan en Botines para contemplar la hoguera de San Antón, a la que han acompañado la suerte de rituales leonesas de esta fiesta rural

n. barrio

Sábado, 21 de enero 2017, 21:21

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Con la suerte de haber coincidido San Antón en fin de semana, como se congratulaban los organizadores, el fuego volvió a la Plaza de Botines para celebrar la tradicional hoguera de San Antón.

A la luz de la lumbre más leonesa, los algo más de un centenar de personas que se dieron cita alrededor del fuego pudieron escuchar la música de gaita del grupo Xeitu, al que acompañaron danzantes y castañuelas.

El rito del fuego ambiento la fiesta, en una tradición llegada del mundo rural y que servía para citar a los vecinos junto al calor de las llamas.

Una cita con muchos ingredientes porque entorno a su luz los pueblos cantaban, bailaban y, por extensión, estrechaban sus lazos. De algún modo era el fuego de entonces y el de esta jornada el que servía para trenzar lazos invisibles entre los vecinos.

Así, la hoguera de San Antón ha servido para aliviar las gélidas temperaturas registradas en la capital leonesa, donde el fuego se ha convertido en uno de los grandes protagonistas para iluminar el nuevo año y empezar 2017 del mejor modo posible.

Tras el encendido de la tradicional hoguera, los asistentes han podido disfrutar del fervudo a base de orégano, miel y vino caliente. Un alivio para los presentes porque este líquido ha servido para mucho más que calentar las manos y ha sido un compañero perfecto para acompañar los cotinos o panes sin sal.

Igualmente también hubo tiempo para escuchar los refranes del santo. El escritor leonés Antonio Manilla ha sido el mantenedor de esta edición, cargo que ya han ostentado otras personalidades de la vida leonesa, como el periodista Fulgencio Fernández.

Una vez recaudado el dinero altruista de los asistentes, se procedió al sorteo del gocho como manda la tradición. ¡Y que viva San Antón!

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