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El letrado García Montes, durante la vista de las cuestiones previas en el proceso judicial por el crimen de Roberto Larralde.
La familia Larralde asegura que Roberto fue víctima de un «grupo criminal» y claman justicia, «no venganza»

La familia Larralde asegura que Roberto fue víctima de un «grupo criminal» y claman justicia, «no venganza»

El letrado Marcos García Montes advierte de que no permitiría que unos «criminales conviertan a Roberto en criminal» y confía en que el jurado emita un veredicto de culpabilidad «a los siente autores de este miserables crimen»

a. cubillas

Viernes, 20 de enero 2017, 13:44

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Es uno de los nombres más mediáticos fuera y dentro de los despachos jurídicos. Su figura como letrado está relacionada a los crímenes de los marqueses de Urquijo y de Fago o el caso Rocio Wanninkhof, alguno de los procesos judiciales que más han impactado a la opinión pública en los últimos años.

Fue el defensor de José María Ruiz Mateos en el caso Rumasa y ha sido el representante legal de rostros tan conocidos como Rocío Jurado o Concha Velasco. Ahora afronta uno de los casos más controvertidos e intenso en la provincia de León. Marcos García Montes asume la acusación en el juicio por el crimen del boxeador Roberto Larralde .

El próximo lunes 23 de septiembre serán siete las personas que se sienten en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de León por el crimen de este boxeador que fue asesinado de un disparo el 13 de septiembre de 2014. Cinco días después su cuerpo era localizado por dos perros policías próximo a la ribera del Bernesga, en Puente Castro. Tenía un disparo en la cabeza, el esternón fracturado y varios golpes en el cuerpo.

Para cada uno de ellos, García Montes pide 25 años de prisión. Porque todos y cada uno de ellos, según remarca, han tenido participación en este grupo. Han sido parte de este grupo criminal donde hubo un claro reparto de papeles. Unos asumieron el rol de autores intelectuales, otros materiales y otros cooperadores necesarios.

Por ello asume este proceso judicial con la confianza de que se haga justicia. Así lo señala durante una entrevista para este diario, en la que asegura que trasmite la preocupación de la familia de Roberto, en especial de sus dos hijos, que actualmente viven son sus abuelos maternos, al ser su madre una de las acusadas.

«Justicia, no venganza»

Quieren que se haga justicia que no venganza, señala García Montes, que advierte de que no va a permitir que se criminalice ni ensucie el nombre y honor de Roberto. Bajo ningún concepto dejaré que unos criminales conviertan a Roberto en un criminal porque aquí la única víctima es Roberto que en paz descanse.

Por eso no entiende que algunos de los autores del crimen se encuentren en libertad aunque confía y se muestra seguro que los nueve miembros del tribunal del jurado estarán atentos al juicio y que con lo que sus ojos vieren y sus oídos escucharen declaren culpables a los siete autores de este miserable delito.

"La familia de Roberto está convencida de que se va a hacer justicia a pesar de que a Roberto ya no nos lo van a devolver", señaló García Montes que además entiende que a pesar del interés de las defensas, la vista oral se celebrará a puerta abierta. No cabe otra posibilidad porque no está previsto en la ley.

Petición, la celebración a puerta cerrada del juicio, que tacha de ridícula así como aquella de que los siete acusados sean custodiados por la policía. Supone un insulto a la víctima y al dolor de sus familiares, concluyó García Montes, que se trasladará a León el lunes 23 para iniciar la selección de los once miembros, nueve titulares y dos suplementes, que conformarán el tribunal jurado en el juicio por el crimen de Roberto Larralde.

Los siete acusados

Conforme tanto al escrito de la acusación como de la Fiscalía, Miriam la mujer de Roberto- llevaba desde mayo viéndose en secreto con un empresario del sector de la madera llamado Julio L.D., que deberían responder como autores intelectuales del crimen de Roberto.

Por su parte, a José Ramón V.R, detenido hasta en una treintena de ocasiones y que en varias ocasiones había trabajado para Julio, se le acusa de ser el autor material del disparo que acabó con la vida del boxeador. A los otros cuatro acusados, Froilán A.S., un detective privado, Carlos Heli R. C, trabajador de Julio, Antonio G.R. y Adrián M.R. están acusados de cooperadores necesarios.

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