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Workshop de la coreógrafa Baiba Klints organizado por la Escuela de Danzas Urbanas Infinity Dance Studio de León.
Pasión por el 'street dance'

Pasión por el 'street dance'

León vive una creciente afición por la danza urbana que contagia ya a cientos de personas | Infinity Dance Studio se presenta como la única escuela especializada en danzas urbanas de la capital

elena f. gordón

Domingo, 27 de noviembre 2016, 13:03

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El 'street dance' o danza urbana surgió en la década de los 70 en los neoyorquinos barrios de Brooklyn y el Bronx entre los jóvenes de comunidades latinas y afroamericanas y se convirtió en parte de un estilo de vida que ofrecía una alternativa a la violencia. A España llegó hace más de 30 años y en León ronda la década. La afición a este tipo de baile y a sus diversas modalidades crece exponencialmente y ya hay cientos de personas que lo practican.

La televisión ha tenido bastante que ver en la progresiva adhesión de niños y jóvenes a un estilo de danza que para algunos es parte también de una forma de ser y actuar. Los llamados 'talent show' que buscan artistas de diversas disciplinas muestran a grupos cuya coordinación y vistosidad conquista al público. Recientemente, el programa documental de RTVE, 'El baile de Los Ángeles', dio a conocer al grupo de niños 'Kids on the block', de entre 9 y 14 años que ganó el campeonato de Europa de 'street dance' y que competirá en el próximo mundial que acogerá la ciudad californiana.

Y fue precisamente un programa televisivo, 'Fama, ¡a bailar!', cuya primera edición se emitió en 2008 y del que se prepara una nueva etapa para el próximo año, el culpable de la vocación que nació por este tipo de baile en la leonesa Sofi Pulgar y la tinerfeña Cris Sanabria; dos jóvenes de 25 y 26 años que dedican su vida al 'street dance' y que han logrado canalizar gran parte de la 'pasión leonesa' por él.

Ambas dirigen desde hace dos años Infinity Dance Studio, la única escuela especializada en danzas urbanas de León, de la que también son profesoras y coreógrafas. Comenzaron con un grupo reducido pero el imparable tirón que vive este estilo urbano hace que ya tengan 250 alumnos, a los que imparten clases un total de ocho profesionales. A ellos se suman quienes lo practican en divesas academias y estudios de baile de la capital y del resto de la provincia, en esos casos, compartiendo protagonismo con otras danzas. Ellas se lo dan en exclusiva a un baile que en su caso también es una profesión a la que dedican mucho tiempo y esfuerzo.

Ese trabajo da sus frutos, tanto en la satisfacción diaria de los muchos que apuestan por el 'street dance' como una forma divertida de hacer ejercicio como por quienes van más allá y forman parte de los grupos de competición que ya han cosechado varios éxitos en diversas provincias españolas, entre los que destaca el Campeonato de España de Urban Display, celebrado hace meses en Barcelona.

Visita estrella

Ambas, como el resto de profesores, se forman de manera continua y ofrecen a los alumnos clases mensuales con invitados llegados de distintos territorios. Ayer y hoy, precisamente, reciben una visita que califican como de lujo; la de la letona Baiba Klints, considerada una de las coreógrafas-profesoras-bailarinas europeas más relevantes a nivel mundial, que en la que supone su primera estancia en España hace parada en León para impartir varias sesiones de clase a los alumnos de Infinnity Dance Studio.

En el centro enseñan distintos estilos -hip hop, dancehall, house y break dance, entre otros- y en ocasiones llevan su bailes a algunos espacios exteriores de la capital leonesa, aunque no es lo habitual. En sus clases cuentan con alumnos de tres a 50 y pico años y aseguran que para practicarlo como afición no es necesario tener una muy buena condición física. Lo más importante, dicen, son las ganas. Para competir sí se requiere una formación y decicarle más tiempo. Niños y adolescentes -de 9 a 17 años- integran el grueso del alumnado mientras el cuerpo de profesores tiene entre 18 y 36. Hay más chicas -al contrario que fuera de España- aunque el número de chavales va aumentando.

Que la afición por este baile se contagia lo demuestra el hecho de que en Infinity Dance Studio se ha formado ya un grupo de competición -para la llamada categoría Premium- con personas de más de 35 años. Son, principalmente madres y padres de alumnos que llevan la implicación de sus hijos hasta el punto de introducirse en ese mundo y dejar de vivirlo como meros espectadores.

Vivir del baile

Sofi y Cris aseguran que el 'boom' que experimenta el 'street dance' les hace ser optimistas a la hora de pensar que pueden estar preparando a una futura generación de profesionales que puedan vivir de ello. Esperamos que no tengan que irse a ciudades grandes, es por lo que estamos luchando, afirman. Confían en que cada vez se dé menos, por ejemplo, el ¿Quieres bailar? Vale, pero ¿qué vas a estudiar? que responden muchos padres cuando un hijo les dice que se quiere dedicar a la danza.

Algo que ya no ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos. Allí se nota que valoran la danza y lo ven como algo a lo que te puedes dedicar; puedes ser arquitecto, abogado o bailarín; aquí en España eso falla un poco, lamentan. Esa realidad la vivieron recientemente en la ciudad de Los Angeles, donde cumplieron un sueño formándose durante varias semanas el pasado verano y a la que están deseando volver.

Beneficios

Quienes lo practican ven muchas ventajas en una actividad que, recalcan, aporta desconexión de la rutina, de los problemas, supone un ejercicio físico muy bueno para la salud, amplía el círculo social y, añaden, engancha. Además, dicen, fomenta valores como la unión y el respeto. No en vano, señalan, su lema o filosofía es 'Peace, love, unity and have fun' (paz, amor, unidad y pasarlo bien).

El centro tiene en sus alumnos los mejores embajadores. Dos hermanas, Aitana, de ocho años, y Andrea, de 12, son la mejor muestra. La mayor comenzó a bailar hace tres años porque me llamaba la atención, me gustaba y como que me sentía libre, me encantó la experiencia. Recomienda probar a todo el mundo. Cuando bailas no piensas en otras cosas, desestresa, te libera de los problemas. Hacemos mucho ejercicio, se quema grasa, explica antes de reconocer que lo que más le gusta en el hip hop.

Aunque quiere ser criminóloga, afirma con rotundidad que le gustaría también seguir bailando, formándose. Nunca dejaría de bailar. Me veo con 80 años -si llego- yendo a hip hop porque me encanta bailar. De sus profesoras dice que son las mejores del mndo y muy trabajadoras. No son duras, aunque exigen en competición -matiza- porque no vamos con la expectativa de ganar pero hay que llevar un trabajo que esté bien hecho. Su amor por el 'street dance' la lleva a hablar de una segunda familia sobre quieres comparten con ella mucho más que una forma de invertir el tiempo de ocio.

Aitana, que los miércoles entrena para competir y los viernes asiste a una clase 'normal', probó una clase -viendo lo bien que le iba a su hermana- y se apuntó de inmediato porque era muy guay y ahora es lo que más me gusta... en realidad me gusta todo pero lo que más, competir. Cuando no ganamos no pasa nada pero hemos competido y lo hemos pasado bien en los viajes y he ganado premios que no me esperaba, detalla con entusiasmo y no olvida que fue elegida en dos ocasiones 'bailarina revelación'.

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