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Prisión para un toxicómano que robó a punta de tijeras dos prendas del centro comercial León Plaza

El acusado, que amenazó a una dependencia y a un vigilante, fue reducido por un guardia civil fuera de servicio | La defensa asegura que robaba para vender las prendas y comprar dinero y que las tijeras las quería para retirar las alarmas

a. cubillas

Jueves, 16 de junio 2016, 10:37

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El Juzgado de lo Penal nº2 juzgará a un varón que robó dos prendas de una tienda del centro comercial de León Plaza, amenazando a la dependencia y a uno de los guardas de seguridad. El Ministerio Fiscal solicita una pena de tres años de prisión.

Según las calificaciones provisionales, sobre las 12:40 horas del 22 de septiembre de 2014, el acusado, condenado por un delito de robo con intimidación a tres años y medio de prisión, entró a la tienda Luchywear, en el centro comercial León Plaza donde se apoderó de varias prendas que escondió entre sus ropas.

En el momento de abandonar el local, saltaron las alarmas del establecimiento y una dependiente le requirió para que entregara las prensas. Ante ello, sacó del pantalón unas tijeras exhibiéndoselas y amenazó a la joven diciéndole déjame que te meto. Luego corrió en dirección a la salida, dirigiéndose al vigilante de seguridad con las tijeras y advirtiéndole con te mato.

Finalmente, el acusado fue reducido con ayuda de un agente de la Guardia Civil fuera de servicio que sufrió varias lesiones que tardaron en curar tres días. El Ministerio Fiscal entiende que los hechos son constitutivos de un delito de robo con intimidación en grado de tentativa y una falta de lesiones por lo que solicita una pena de tres años de prisión.

Robo para comprar comida

Por su parte, la defensa reconoce que su cliente acudió al centro comercial para hacerse con varias prendas para su posterior venta y obtención de un dinero con el que poder comer, encontrándose en ese momento bajo el síndrome de abstinencia por ser consumidor habitual de sustancias estupefacientes.

En cualquier caso, asegura que su cliente portaba unas tijeras pero que no tenía la intención ni de herir ni de amenazar a nadie, simplemente de deshacerse de las alarmas de la ropa con el fin de venderlas con posterioridad. Además, asegura que las prendas, valoradas en 31,98 euros, fueron devueltas al establecimiento sin sufrir daño alguno que impidiese su venta posterior.

Por último, remarca que su cliente fue reducido por varias personas sin que nadie sufriera lesiones algunas, pudiendo el agente habérselas producido por el uso de la fuerza para reducirle. Por tanto, muestra su disconformidad con el relato de la Fiscalía y señalando que no procede la condena de su demandante por haber devuelto las prendas y actuar bajo el síndrome de abstinencia.

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