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María José Álvarez, durante su entrevista para leonoticias
«El dinero es cobarde e intentará irse ante la inseguridad generada por la inestabilidad política»

«El dinero es cobarde e intentará irse ante la inseguridad generada por la inestabilidad política»

María José Álvarez asume tras el fallecimiento del empresario leonés David Álvarez las riendas de un imperio que da empleo a más de 84.000 personas, con su objetivo centrado en la expansión internacional / Remarca que tiene muchas proyectos de futuro entre los que «estará León»

andrea cubillas

Lunes, 4 de abril 2016, 14:39

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Heredera de la tenacidad de su padre, del que aprendió que el éxito tan sólo depende del esfuerzo y del trabajo, María José Álvarez asume ahora su mayor reto tras el fallecimiento el pasado mes de noviembre del empresario leonés David Álvarez, la Presidencia del Grupo Eulen, un imperio que factura 1.400 millones de euros, que da empleo a 84.000 personas Y que está presente en más de 14 países.

Dejando al margen la polémica batalla con sus cinco hermanos, inicia un nueva era profesional marcada por la huella y la relación estrecha que mantenía con su padre, al que le recuerda con especial cariño, un mentor, un ejemplo a seguir que le inculcó la fuerza, la constancia y la paciencia que han sido claves para su éxito empresarial. El timón del Grupo Eulen lo dirigirá hacia el exterior al entender que no es momento de impulsar su crecimiento en España, un país que, a su juicio, urge de una reindustrialización y estabilidad política para evitar la huida del cobarde dinero.

Impulsiva por naturaleza, apenas unos minutos con María José bastan por intuir el torbellino de ideas que esconde con recelo en su cabeza. Eso sí, reconocen durante un homenaje a su padre en la capital y en una de las escasísimas entrevistas concebida, que León está entre sus proyectos de futuro. Quién sabe, quizá se fragüen en el querido molino de Lois donde su padre dio vida a un imperio empresarial.

¿Cómo afronta esta nueva etapa marcada por la ausencia de su padre?

Es nuevo como título pero no como ejercicio profesional dado que en los últimos siete años he trabajado codo con codo con el anterior presidente con el que estaba muy unido y compartía todas las decisiones y estrategias que se hacían dentro de la compañía. El problema es que antes tenía su paraguas que abría cuando lo necesitaba y de alguna manera ahora no lo tengo. Aunque son otros los paraguas que están ahí para ayudarme.

El trabajo y el esfuerzo han sido seña de identidad de tu padre, ¿Son las tuyas también?

Siempre lo ha mantenido. Nunca he dicho que sea la más lista de la clase pero si la más constante. Precisamente esa constancia es la que me ha ayudado en muchos casos a superar momentos especialmente difíciles, que requieren de mucha paciencia a pesar de que van en contra de mi carácter impulsivo.

¿Cómo se siente como gran ejecutiva en un mundo mayoritariamente de hombres?

He desarrollado toda mi vida en la empresa familiar, no sé si es lo mejor o lo peor, porque yo además de tener un jefe en la oficina lo tenía en casa. La empresa ha ido creciendo y es algo a lo que te acostumbras aunque no creo que el hecho de ser mujer me haya beneficiado o perjudicado. Somos siete hermanos y cada uno ha elegido su vida profesional; yo elegí esta con todos los perjuicios y las bondades que he obtenido. Pero ser mujer no debe influir.

¿Nueva era, nuevos proyectos de futuro?

Nuestros principales proyectos en este momento están fuera de España, básicamente en Estados Unidos, México y Oriente Medio. Creemos que España todavía no está en condiciones de grandes crecimientos a pesar de que el Grupo Eulen está creciendo a razón el último año el 5,6%. Es un buen crecimiento que se elevará en el 2016 por encima del 6%. Pese a todo, tenemos nuestra apuesta muy centrada en la consolidación del proyecto internacional, que supone ya un 32% de la facturación de Eulen.

Por sus palabras se intuye de que actualmente España no reúne las mejores condiciones para seguir invirtiendo. ¿Algo tiene que ver la situación del Gobierno en funciones?

La situación de interinidad del Ejecutivo no creo que esté perjudicando a la inversión porque ya estaba siendo perjudicado antes de las elecciones. Creo que hay que tener paciencia, saber que las empresas y empresarios tenemos que vivir con cualquier sistema político y ser especialmente sensibles para adaptarse a las distintas situaciones que se pueden producir. Pero, en mi opinión, el dinero es lo más cobarde que ahí; por lo tanto donde haya inseguridad no sé si se quedará pero desde luego va a intentar irse. Y en esta medida pues sí, la inestabilidad política actual no deja de generar inseguridad.

Por tanto, hablar de algún proyecto para León imposible

Por el momento es un poco precipitado hablar de nuevos proyectos. Mi objetivo pasa por avanzar en los que están en marcha que no se han paralizado. Además prefiero seguir el consejo de Santa Teresa que decía que en época de tormentas es mejor no hacer mudanza. Estamos hablando de que hace tan sólo cuatro meses que ha fallecido mi padre y que un mes atrás asumía la Presidencia del grupo. Tengo muchos proyectos en la cabeza pero permitidme que, como en el teatro, no hable de ellos porque dicen que se estropean. Peor desde luego que León está dentro de ellos.

Últimamente se habla de que León está de moda por el crecimiento del turismo en paralelo al cierre de empresas y el declive de sectores. ¿Cree que el turismo puede ser suficiente para sustentar la economía de una ciudad?

La apuesta empresarial es clave para todas las ciudades, siempre a medida de su tamaño. He entrado por Onzonilla y he podido ver de cerca el tremendo desarrollo de su polígono. Esto no son servicios, son empresa. Creo que hay que dar tiempo al tiempo porque las empresas no se forjan de la noche a la mañana, tienen que con un espíritu de futuro. Precisamente, el turismo, incorporado al sector servicios, no deja de ser una empresa más pero no debe ser la única, menos en una ciudad como León o España cuando lo que más necesitan es una reindustrialización.

Un secreto de su éxito

Desde niña mi padre me inculcó que la fórmula del éxito es esfuerzo, trabajo y un poco más de esfuerzo. Recuerdo que siempre me decía que si no estaba despierta la suerte pasaría de largo por ello me aconsejaba llevar la escopeta cargada. Mi consejo es que hay que pelear todos los días, lucha por lo que uno quiere y le gusta hacer.

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