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Despliegue policial junto a la zona del atropello. Afp I Atlas

Un hombre con problemas psicológicos mata a dos personas en un atropello múltiple en Münster

Entre los fallecidos se encuentra el conductor del vehículo, quien se ha suicidado de un disparo | Hay una veintena de heridos, seis de ellos en estado crítico

COLPISA / AFP

Berlín

Sábado, 7 de abril 2018, 16:55

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Un hombre mató al menos a tres personas e hirió a varias este sábado, cuando embistió su vehículo contra una multitud en la localidad alemana de Münster (noroeste) antes de suicidarse. Los hechos se produjeron hacia las 15:30 en el centro de la ciudada universitaria, en un momento de mucho trasiego en el que los comercios estaban llenos de clientes y las terrazas abarrotadas en una jornada soleada.

«El autor de los hechos embistió contra terrazas de cafeterías y de restaurantes de una plaza del centro de la ciudad», indicó una portavoz de la Policía. Entre los clientes que se encontraban en el lugar hubo al menos «tres muertos» y «20 heridos, seis de ellos graves», indicó en un principio otro portavoz policial, Andreas Bode, aunque después rebajaron el balance de fallecidos a dos -además del atacante-.

El autor de los hechos, quien según varios medios conducía una camioneta, se suicidó don un disparo poco después del atropello, «en su vehículo», según las autoridades. El portavoz de la Policía indicó que era «demasiado pronto» para hablar de atentado. Varios medios indicaron que el conductor tenía «problemas psicológicos» y que había intentado suicidarse con anterioridad.

Según el 'Süddeutsche Zeitung', la Policía está registrando el domicilio del conductor en busca de material explosivo. Además, investigan un paquete sospechoso hallado en la furgoneta. Según confirmó un portavoz policial, se analiza el objeto para comprobar si puede contener explosivos antes de decidir si se amplía el área de seguridad que se ha evacuado en torno al lugar del atropello.

Las imágenes difundidas por la televisión alemana mostraban varios vehículos policiales y de bomberos aparcados en el centro de la ciudad, de más de 300.000 habitantes y situada en Renania del Norte-Westfalia. Policías, algunos fuertemente armados, estaban apostados en las calles, según imágenes de la cadena n-tv. La policía pidió igualmente en Twitter a los habitantes que evitaran el centro de esta ciudad, frecuentada por numerosos ciclistas.

«Nada apunta en estos momentos a que haya un trasfondo terrorista, aunque hay que esperar y se investiga en todas las direcciones», manifestó cinco horas después del suceso el ministro de Interior del estado de Renania del Norte Westfalia, Herbert Reul.

El gobierno alemán dijo a través de una de sus portavoces, Ulrike Demmer, que pensaba en las víctimas y sus allegados tras «las terribles noticias procedentes de Münster».

Tensión en Alemania

Los hechos se producen en un contexto de tensión en Alemania. Las autoridades del país están en alerta desde hace un año y medio debido a varios atentados islamistas perpetrados o planificados en el país, especialmente el de un camión que embistió en un mercado de navidad en diciembre de 2016 en Berlín, matando a 12 personas. Su autor, el tunecino Anis Amri, murió unos días después cerca de Milán en un enfrentamiento con la policía.

A finales de julio de 2017, un solicitante de asilo al que se le había denegado el estatuto de refugiado mató a una persona con un cuchillo en un supermercado e hirió a otras seis, motivado, según la justicia, por «el islamismo radical». Y a finales de octubre, la policía alemana arrestó a un sirio de 19 años sospechoso de preparar un «grave atentado» con bomba.

Los movimientos islamistas potencialmente violentos aumentaron en el país en los últimos dos años. Los servicios de inteligencia interior calculan que en Alemania hay unos 10.000 islamistas radicales, de los que 1.600 podrían pasar a la acción violenta. Además del atentado con el camión de Berlín, el grupo Estado Islámico reivindicó en 2016 un asesinato en Hamburgo (norte); un atentado con bomba en Ansbach (sur) que dejó 15 heridos y mató al asaltante; y un ataque con hacha en un tren en Baviera, con cinco heridos.

Varios de estos actos los cometieron solicitantes de asilo, lo que motivó que se acusara a la canciller Angela Merkel de poner en riesgo a su país al abrir las puertas a cientos de miles de refugiados en 2015 y 2016. Según los investigadores, ninguno de los autores llegó a Europa con órdenes del grupo autodenominado Estado Islámico, sino que todos habrían organizado sus actos en solitario.

Alemania sigue siendo un objetivo de los grupos yihadistas, sobre todo por su participación en la coalición que combate al Daesh en Irak y Siria y la desplegada en Afganistán desde 2001.

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