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Agencias
Jueves, 19 de octubre 2017, 21:00
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Ocho personas han muerto en Malaui en el marco de la ola de violencia desatada por el extendido miedo a los vampiros, que ha llevado incluso a Naciones Unidas a paralizar parte de sus actividades por la creciente inseguridad en determinadas zonas.
La ola de violencia comenzó a mediados de septiembre, con los primeros casos en un empobrecido país donde la brujería y la superstición siguen estando relativamente extendidas. El balance de fallecidos hasta ahora estaba situado en seis, pero la Policía ha confirmado este jueves dos fallecidos más en Blantyre, la segunda ciudad de Malaui.
Una multitud ha quemado en la zona de Chileka a un joven epiléptico de 22 años, mientras que un segundo hombre ha muerto lapidado. Eran "sospechosos de ser chupasangres", según ha explicado un portavoz de la Policía, Ramsy Mushani.
El presidente malauí, Peter Mutharika, ha visitado algunas de las zonas donde se ha extendido este miedo, en un intento por llamar a la calma e impedir nuevos abusos.
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