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Un inmigrante intenta pasar la alambrada en la frontera entre Hungría y Serbia cerca de Roszke (Hungría).
Orban anuncia la terminación de la segunda valla en la frontera húngara con Serbia

Orban anuncia la terminación de la segunda valla en la frontera húngara con Serbia

Ha aprovechado para defender una política migratoria más restrictiva en la UE

Reuters/EP

Viernes, 28 de abril 2017, 11:07

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El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha anunciado este viernes que las obras para construir la segunda valla en la frontera con Serbia ya han concluido, y ha aprovechado para defender una política migratoria más restrictiva en la Unión Europea.

"Tiene 155 kilómetros de longitud y tres metros de altura y es capaz de detener cualquier multitud", ha dicho el jefe de Gobierno en una entrevista concedida a la radio pública. El Ejecutivo húngaro ha destinado unos 130 millones de dólares a la construcción de esta segunda valla y de un campamento cerrado que servirá para detener a los inmigrantes hasta que sus peticiones de asilo obtengan respuesta.

Hungría ya cuenta con una valla con concertina en la frontera sur. La levantó en 2015, en el auge de la crisis migratoria que llevó a más de un millón de personas a Europa para huir de los conflictos en Oriente Próximo y Asia Central. De esta forma consiguió cortar la ruta hacia Alemania, principal destino de los recién llegados, pero decidió erigir con una segunda valla para garantizar que esta vía permanece cerrada si se produce una nueva ola migratoria.

Aunque la presión en la frontera con Serbia es mucho menor que hace dos años, las fuerzas de seguridad húngaras han impedido que cientos de personas crucen cada día por esta línea, de acuerdo con los datos facilitados por el Gobierno.

Apoyo a Turquía

Por otro lado, Orban ha reprochado a la UE sus críticas a Turquía, país que, gracias al acuerdo migratorio firmado el año pasado, contiene a los refugiados en su territorio a cambio de 6.000 millones de euros y de la exención de visados para ciudadanos turcos.

"Turquía es miembro de la OTAN y, por tanto, nuestro aliado. Así que no deberíamos tratar a Turquía como si fuera un país no aliado. Deberíamos mostrar el debido respeto al pueblo turco y a su presidente", Recep Tayyip Erdogan, ha sostenido.

La tensión entre Ankara y sus socios europeos ha aumentado a raíz de la purga lanzada por Erdogan tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio y de la reforma constitucional, que acaba con el sistema parlamentario y le concede amplios poderes.

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