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Ana Parrilla / mujerhoy.com
Viernes, 2 de septiembre 2016, 10:11
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Seguro que para este otoño quieres darle un nuevo enfoque a tu piel. El objetivo a lograr será que aparezca uniforme y luminosa, y para ello hace falta neutralizar cicatrices, granitos, ojeras, rojeces y manchas, las peores pesadillas que suelen reforzarse durante el verano tras las abusos solares; y que por ciento, pueden llegar a mezclarse con la aparición de los brotes otoñales de dermatitis. Por lo tanto, si siempre es bueno usar el corrector, en estas semanas es ¡indispensable!. Y ¿cómo hacerlo? Porque si bien sus resultados son milagrosos y olvidarse de ellos se paga muy caro, es aún peor utilizarlos incorrectamente.
Pero resulta que hacerlo bien es muy fácil, basta aplicar la teoría del color, la que afirma que utilizar los tonos opuestos se contrarrestan los desajustes cromáticos que surgen en la piel. Naranja, morado, verde, amarillo y rosa son las tonalidades supervisoras necesarias para compensar las irregularidades cutáneas. Cada uno de estos colores tiene también algunas derivaciones, desde el tono más fuerte a otro más suaves. El morado se convierte en lila o lavanda, el amarillo chillón puede ser un amarillo pastel, y así sucesivamente. (Más información en Mujerhoy.com)
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