Persona "seria y dura, como buen castellano y leonés", así le define el concejal de Cultura, Juan Pablo García, -que ha participado en la presentación de la exposición- su obra es reflejo de su personalidad, "aunque con ese toque de ligereza que da el trabajo con acero".
Luis Arranz empezó a mostrar sus creaciones al público en 2005 y, desde entonces, las ha llevado a distintos puntos de España como Asturias, Madrid y Guadalajara.
La exposición permancerá en San Marcelo hasta el 12 de septiembre.
Se inició en el mundo de la escultura de forma autodidacta, "era mi deseo de siempre", comenta el autor, atraído por las ganas de expresar y materializar sus ideas. Al principio empezó a trabajar con pequeñas tallas de madera para pasar, posteriormente, a otros materiales como la piedra, la pizarra, el cuarzo y últimamente el hierro, que adquiere un mayor protagonismo en su reciente producción.
"Trabajo solo y el hierro es con el material que más me manejo, la piedra me supondría un mayor esfuerzo al ser muy pesada, sobre todo, para desplazar las piezas y para crear obras de gran tamaño", afirma Luis Arranz.
Las piezas no siguen un hilo conductor, aunque todas tienen el "mismo alma".
En cuanto a la temática, el escultor asegura no tener "un hilo conductor", sino que cada pieza es diferente, "nace por sí sola". "Terminas con una obra y coges otra totalmente diferente, pero siempre con ese sello, el mismo alma, que por raras o secas, se sabe que son mías sin firmarlas".
Luis Arranz empezó en este mundo por "un capricho", pero ahora la escultura es una parte fundamental de su vida, tanto es así que, "si alguien me quiere buscar, ya sabe dónde me puede encontrar: en el taller", bromea.
El escultor ya ha mostrado en otras ocasiones su obra, que contiene cerca de 200 figuras.