Opinión
OPINIÓN POR DAVID FERNÁNDEZ
Siempre hubo aprovechados y maleducados
Aunque muchos de vosotros no habréis caído en la cuenta este lunes, fue 14 de abril...
16/04/2014
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EL PODER DE LA PALABRA
...O mejor dicho, habréis caído en la cuenta de que era día 14 de abril pero no en la efeméride que se conmemora por parte de algunos que viven continuamente con la mente anclada en el blanco y negro.

Y no habréis caído en la cuenta salvo que hayáis pasado estos días pasados por la Plaza Mayor de nuestra ciudad. Allí, estas personas, muy preocupadas por ganar guerras perdidas que acabaron hace más de setenta años, han montado unas cuantas casetas adornadas por banderas anticonstitucionales de España (la de la franja morada, tan desfasada como la del águila) y banderas rojas con la hoz y el martillo, tratando de convertir nuestra plaza más céntrica en un simulación de Plaza Roja o Plaza de Tiannamen.

¿El motivo? El cumple de la proclamación de la II República española. Ese periodo político, tan alabado y añorado tanto por la izquierda moderada con cierto ánimo nostálgico como por los comunistas, que en realidad fue un periodo de cinco años en el que los españoles sufrieron una inestabilidad política caótica, una espiral de violencia y asesinatos sin parangón y un golpe de estado que desembocó en una horrorosa guerra civil de tres años.

Sin entrar en el barro de la eterna controversia entre partidarios del régimen político llamado república y el régimen político llamado monarquía parlamentaria, (lo cual ya hice en mi artículo ‘De la Monarquía y la República´) he de decir que me parece estupendo que cada cual tenga sus preferencias y que sople las velas en honor de quien quiera o de lo que quiera.

Dejado ese aspecto claro, lo que no me parece bien es que un partido político, en este caso Izquierda Unida, monte un tinglado en la Plaza Mayor con semejante estética en medio de los días más grandes del año para nuestra ciudad, la Semana Santa. Los colectivos que usualmente han conmemorado el aniversario mencionado siempre han acudido al parque del Cid y al cementerio de León, pero este año las personas encargadas de organizar estos actos se dieron cuenta de la coincidencia de este 14 de abril en medio de la Semana Santa y no perdieron la oportunidad de aprovechar el reclamo que ésta ejerce.

La Semana Santa en León es un hecho religioso, sí, pero también es un evento cultural, artístico, costumbrista, gastronómico, familiar, que genera pasiones entre quienes más de cerca la viven y crea también, desde un punto de vista más terrenal, un flujo de ingresos en nuestra ciudad a través de los visitantes que cada año acuden por miles a ver nuestras procesiones y disfrutar de nuestra ciudad en estos días. Año tras año, cientos de personas trabajan durante meses, y más intensamente estos días, para dar a sus conciudadanos y a quienes nos visitan un espectáculo digno de admiración y respeto lleno de solemnidad. Ayer noche, durante su tránsito por la Plaza Mayor, una de las procesiones que recorren nuestra ciudad con esa solemnidad y silencio antes mencionados, tuvo que ver como su estética se veía estropeada por la presencia de un campamento de casetas y escenarios donde ondeaban banderas rojas y anticonstitucionales. No se conformaron con eso los artífices de semejante descaro que sacaron cartulinas donde se podía leer clara y textualmente: “el Ayuntamiento nos ha dado permiso para estar aquí, pero en silencio, como en misa”.

¡Pues solo faltaba, señores! Soy consciente que en su afán de llamar la atención y captar la mirada de una ciudadanía que les da la espalda en sus actos, no hubieran dudado en faltar al respeto a los cientos de personas que hacían realidad esa procesión con su esfuerzo y a los ciudadanos que habían acudido a verla. ¡A ver a la procesión y no a ustedes! Por tanto, lo mínimo que pudieron hacer era estar en silencio. Dice bastante de su consideración por el esfuerzo y el trabajo del prójimo el que, encima, digan que guardaron ese silencio porque se lo exigían las autoridades. Más bien, el Ayuntamiento, obligándoles a ello, les libró de haber realizado un bochornoso acto en contra de los intereses de la ciudad.

Tiene que ser una faena para estas personas tener que servirse de un acto de contenido religioso, eso que tantas ampollas les produce, para intentar captar la atención de más de unas decenas de personas, que son el número que normalmente acuden a los actos convocados por Izquierda Unidad y plataformas al uso. Defiendan las ideas que quieran, pidan y reclamen lo que les parezca oportuno, pero no sean jetas y se quieran servir del esfuerzo y del trabajo de los demás para hacerse ver y escuchar
 

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