Opinión
OPINIÓN POR DAVID FERNÁNDEZ
 Sangría socialista
Estos del PSOE leonés están empeñados en dejar sin trabajo a la número dos, ¡qué digo número dos!, súper número dos del PSOE a nivel nacional, Elena Valenciano...
16/04/2013
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EL PODER DE LA PALABRA
...No les bastaba con pactar con un condenado por acoso hace poco más de un mes en Ponferrada, que ahora van otros del mismo terruño y vuelven a clavar un puñal en el ya débil corazón del argumentario, que no ideario (visto lo visto), socialista. El error es doble ya que este artículo aparecido en la publicación socialista de Santovenia no solo menosprecia a un cargo público por el mero hecho de ser mujer y, a tenor de sus palabras, atractiva, sino que además afirman que la mayoría de ciudadanos de género masculino que votó a la alcaldesa de Santovenia de la Valdoncina, la mayoría de vecinos, piensa más con la entrepierna que con la materia gris. Desde luego una maniobra a todas luces brillante, digna del estratega que diseñó la excusa de Óscar López para justificar el pacto de Ponferrada.

Los que tampoco han demostrado mucho usar su materia gris (no quiero decir que no la tengan) son los chicos de las juventudes socialistas leonesas, que, ante la coyuntura actual y dejándose llevar por la irreflexión, no se les ocurre otra cosa que sacar una campaña en la que piden el derrocamiento del Jefe del Estado y la instauración de la III República. La ruptura que existe dentro del PSOE es realmente preocupante. Existe un abismo entre los miembros del aquel PSOE de la transición, responsable, con sentido de estado y centrado, y los miembros de las nuevas hornadas socialistas cuyas inclinaciones delatan una ruptura con lo que hace poco más de treinta años lograron sus padres, con una falta de cordura absoluta. En determinadas regiones de España abrazan las ideas independentistas y separatistas. En el resto de regiones abrazan ideas propias de partidos comunistas de rancio abolengo, de los de la asociación de amigos del loco de Corea del Norte. Esta carrera de pollos sin cabeza puede tener como motivo la falta de poder y la dependencia, en los pocos sitios donde lo tiene, de los comunistas de Izquierda Unida. Ya dice mi abuelo que no hay que tener el culo arrendado…

Quizás la razón principal de este sinsentido no sea esta falta coyuntural de poder, sino el despojo de todo tipo de moral y responsabilidad que Zapatero propició durante su mandato en el PSOE. Zapatero no sólo vendió la identidad, la centralidad, la imagen de estado y los logros del pasado del PSOE por un puñado de gobiernos durante unos pocos años en algunas zonas de España, sino que también instauró en sus sucesores la mentalidad del todo vale con tal de rascar bola. Y, si no, vean los ejemplos de Ponferrada, del Santovenia, de Cataluña, del País Vasco o de Andalucía. Zapatero vendió el alma del PSOE a precio de saldo y hoy sus sucesores siguen haciendo que su valor cotice a la baja.

Hablando de Andalucía, mención especial merece la aprobación de la ley de confiscación de viviendas, al estilo de grandes dirigentes bananeros de Sudamérica, aprobado en esta región. Es un completo sinsentido, por muchas razones. La primera y más importante, es la siembra de una incertidumbre sobre la inseguridad jurídica en nuestra país. La segunda, algo que es notorio y cada día más acuciante, la falta de unidad de mercado y de criterio legal que rige en nuestro país. Así se podría llegar hasta completar un argumentario más que denso. Sé que un prejuicioso izquierdista al leer esto puede pensar que soy un insensible con la tragedia que supone un desahucio, pero es la visión propia de alguien que es incapaz de querer ver más allá de su razón, o sinrazón más bien. El problema de los desahucios no se arregla confiscando ni amenazando políticos. Este problema hay que tratarlo como lo que es, un problema derivado de un problema matriz que es la insostenibilidad de la estructura administrativa de nuestro país, que se traga una parte muy importante del valor añadido generado por nuestro sistema productivo, y mucha de la cual es innecesaria. Sobran ayuntamientos, sobran comunidades autónomas y sobran muchos órganos cuya única función es la de ser cementerios de elefantes, lugares de colocación de amiguetes o consejos para la promoción de ideas disparatadas. Quienes tienen la responsabilidad de gobernar saben de sobra cuales son las soluciones, pero otra cosa es querer afrontar la dificultad y el desafío de ejecutarlas. Sería cosa de valientes, ¿os acordáis?

David Fernández Menéndez

@davfermen

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