Mensajes que ya tienen fecha de caducidad porque este mismo miércoles Ramiro Pinto ha hecho público que, después de 16 días, pone fin a la huelga de hambre que ha movilizado a numerosos colectivos sociales. Pinto ha anunciado el fin de su penúltima batalla citando a Albert Camus: "Cuando se pierde la esperanza, todavía queda el testimonio", ha remarcado.
Fue el pasado 15 de julio cuando "a partir de una situación injusta" y no por una cuestión personal Ramiro Pinto inició una huelga de hambre como "herramienta necesaria dentro de la cultura de la no violencia".
"Desde el primer día me he sentido apoyado, cuidado e incluso mimado por un enorme número de personas y colectivos", ha remarcado. Porque su causa, según ha remarcado, por encima de todo ha unido muchas voluntades: "El objetivo es y sigue siendo que ningún parado esté sin prestaciones". "Hay que resolver injusticias que afectan a los más débiles", también ha señalado.
Ramiro Pinto, en el momento de anunciar el fin de su huelga de hambre.
Intensas jornadas
Han sido jornadas muy intensas en las que movimientos sociales -principalmente vinculados al 15M y 22M- y partidos políticos, además de representantes públicos, se han acercado para dar aliento a este batallador personaje que ahora pone pone el punto y seguido. "Mi casa es la lucha", ha llegado a decir.
A lo largo de las dos ultimas semanas junto a la silla en la que ha protagonizado su huelga de hambre se han multiplicado los acontecimientos. Ha habido concentraciones, actos reivindicativos pero, por encima de los gestos más visibles, la sensación de que su mensaje ha calado más allá de León.
Ramiro Pinto, que durante todo este tiempo sólo ha tomado agua e infusiones, asegura que la lucha no tiene fin. "Me voy medianamente satisfecho", también ha remarcado. Ahora será el próximo sábado día 2 cuando la mecha encendida por su gesto prenda en forma de manifestación en Madrid ante el Ministerio de Trabajo para reclamar que todos los parados puedan tener su prestación.