Se trata de un dispositivo que controla el riego de manera autónoma sin necesidad de electricidad, y que podría funcionar con placas solares o unas baterías que lleva incluidas. El aparato está pensado para pequeñas y medianas superficies así como para uso doméstico. El dispositivo se compone de dos partes, una dedicada a la automatización con sensores que controlan la humedad, la temperatura de aire y suelo, velocidad del viento, la iluminación, lluvia, el PH, o la conductividad del suelo, y una segunda dedicada al riego en sí. Cinco meses de trabajo culminarían con la patente del proyecto y su posterior comercialización.
La innovación y el desarrollo están presentes un año más en la Feria Agropecuaria de que Castilla y León, Salamaq´15, gracias a la colaboración de la Diputación de Salamanca y la Universidad. En este sentido se llevan a cabo demostraciones y se presentan proyectos en los que se está trabajando, con la posibilidad de aplicarlo en un futuro en el sector agroalimentario.