Opinión
OPINIÓN POR LUIS ARTIGUE
 Paco Herrero, concejal
En León el invierno es largo y lento como un blues.
20/03/2013
  Preparar para imprimir  Enviar por correo
LA NOTICIA ILUMINADA DEL DIA
 Sin embargo de vez en vez nos topamos con algo que nos calienta el corazón. 

 En efecto se trata de eso: si permanecemos atentos, con los ojos y los oídos abiertos, podemos darnos cuenta del verdadero sentido de las cosas simples y descifrar el misterio aparentemente pequeño de eso que, en otro momento y encogiéndonos de hombros, habríamos llamado casualidad.

  Y es que, como escribió Herman Hesse, nada es azar.

 Así las cosas no por azar esta semana, poco después de que el bibliotecario me proporcionara otra metáfora (ésta: hay gente que por las mañanas siempre tiene cara de acabar de venir de una cata de orina) fui testigo directo de un conmovedor acto de inteligencia emocional, de empatía y de clase. El protagonista del infrecuente prodigio fue una persona “pública” de mirada descreíday fino paladar para lo humano–Paco Herrero, concejal del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo- en conversación con un “subordinado” así, puertas afuera, fumando cara a cara la luz hemofílica del atardecer: ¿tu mujer está embarazada?Sí… ¿Tenéis ya más hijos?... No, es el primero… ¡Entonces estás viviendo algo especial! Recuerdo que yo, cuando me encontraba en tu lugar, hice una oración en la que sólo pedí una cosa…

 Y quedó un gesto en el aire que acaso subrayaba el redimido instante.

 Paco Herrero, durante el penetrante y emotivo diálogo, se me pareció a la encarnación de aquel poemade Sylvia Plath: “Hay algo de desnudo en este hombre:/ no es la ropa/ pues aún la lleva puesta”.

  Esta semana, ya digo, me ha iluminado de pronto una antorcha ética. Y, como no está uno precisamente acostumbrado a que las lecciones morales le vengan desde el barco de velas negras de la política, bueno es anotarlo y hacerlo saber.

  En las palabras y el gesto íntimo y súbito de ese concejal a todas luces curtido por la vida, una de esas personas que se nota que acostumbra a moverse portando el corazón en la mano pero sin miedo a temblar y que se la caiga –sabría reponerlo-, he visto resumido como es municipalmente en León todo, y como podría ser.

  Necesitamos que nuestros políticos dejen de teatralizar la honestidad y la discrepancia y se aúnen en pro, no del bien del partido, sino del bien común, tanto como precisamos que nuestros electos mandatarios continúen pareciéndose a ellos mismos cuando entran en política (nada hay más patético y frecuente que los políticos que dejan de vivir en el SER para vivir en el TENER o, aún peor, en el APARENTAR).

  Eso, necesitamos servidores de lo público como Paco Herrero que, cuando durante el frágil y caprichoso tiempo de la política miran a la gente, no ven estadísticas o números sin cara sino personas humanas (lo precisamos imperiosamente para que la política municipal no siga siendo el desfalco moral de, por ejemplo,Valderas o Ponferrada).

  Oh, sí, necesitamos el calor del buen ejemplo en este recodo del mundo en el que el invierno es largo y lento como un blues.

Luis Artigue

www.luisartigue.es

Más artículos del autor:
    Dalí
    La distopía
    Igual
    Tar(jetas)
    Hilo de oro
    Chocar 
    ERE
  Preparar para imprimir  Enviar por correo