Opinión
OPINIÓN POR ÁGATA PIERNAS
 ¡Otro luto, no!
Se me viene el alma a los pies, cuando leo la noticia que el ADEMAR puede desparecer, aunque desconozco a fondo las causas.
15/04/2013
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CON LA TOGA PUESTA
No son pocos los sábados o domingos que he disfrutado como posesa las casi siempre victorias del equipo que no nos ha traído más que alegrías.

Desde sus tiempos iniciales del patio de los Maristas, con el hermano Tomás como principal artífice, pasando por su ascenso a la entonces División de Honor hasta su actual posicionamiento en la categoría  superior a nivel nacional en la Liga Asobal, son muchas las alegrías que este equipo de balonmano nos ha dado. A todos los aficionados leoneses en general.

Y es que sobresalir en el ámbito deportivo, en un deporte minoritario en una ciudad de provincias, y sin contar con demasiados medios materiales más que mucha ilusión y entusiasmo, pudo ser suficiente en sus primeros pasos, pero parece que no bastante en la actualidad.

Parece ser que atrás quedaron los valores que la práctica del deporte inculca, que sea una referencia para la juventud y las generaciones venideras; el que el nombre de la ciudad de León se escuche cada vez que se televisa un partido de balonmano y que este nombre se lleve por el resto del mundo para gloria suya y de su deporte insignia. El que la afición se olvide de otros problemas durante las veladas en el Pabellón de los Deportes y que disfrute dándolo todo por su equipo. Que este equipo se haya abastecido por tradición básicamente de la cantera y que haya exportado grandes jugadores que también se formaron en León y que sin duda han actuado como embajadores de su ciudad allá dónde hayan recalado. No nos olvidemos que el equipo de balonmano ADEMAR es una institución en la ciudad de León, casi tanto como el resto de nuestros signos de identidad de cara al exterior.

Desde que por imperativo legal las entidades deportivas han tenido que adoptar forma jurídica, los problemas del mundo mercantil también les afectan. Y a pesar de contar con patrocinadores, gestores cualificados, con unos u otros criterios directivos, y una afición y un equipo ejemplar a todos los niveles, la crisis generalizada les está también alcanzando, estando en negociaciones con los acreedores para intenta evitar formalmente el concurso.

No podemos quedarnos inactivos ante esta tropelía. Podemos opinar, podemos apoyar, podemos proponer, podemos aportar, como lo estamos haciendo, pero no podemos desacreditar, pues el sentimiento ademarista es tan grande en esta afición a todos los niveles que están dispuestos a sacrificar”se”, antes que poner en peligro la extinción de este emblemático club deportivo leonés.

Y es que el ADEMAR de León, no puede también desaparecer. Sería una pérdida irreparable.

Queda opinado.

Ágata Piernas

Con la toga puesta

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