Campo
AGRICULTURA
"Negociaremos varios precios para la remolacha que se ajusten al agricultor"
Juan Luis Rivero, consejero delegado de Azucarera, asegura que la empresa buscará 25.000 hectáreas hasta 2020 en el norte de la comunidad para ampliar su superficie de siembra
Juan Luis Rivero escucha una de la preguntas de la entrevista con atención.
Juan Luis Rivero escucha una de la preguntas de la entrevista con atención.
Sonia Andrino
30/09/2014 (18:38 horas)
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Más que por la bajada de los precios del azúcar, el consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero, está sorprendido por la velocidad a la que se ha desplomado el valor del producto, sin embargo, asegura que en su empresa este hecho se ha entendido como una «oportunidad» a la que responder con la misma celeridad pero en este caso, a partir de la reducción de los costes. Es el ambicioso objetivo de Azucarera a todos los niveles de los próximos años. Y esta apuesta por la rentabilidad y la sostenibilidad se aplica a todos los eslabones de la cadena, desde el agricultor hasta la industria. En Azucarera están sumergidos en la continua búsqueda del abaratamiento del sistema productivo con la vista puesta en la liberalización del mercado a partir de 2017, cuando desaparezcan las cuotas en la Unión Europea, con el ánimo centrado en ser «el mejor productor de azúcar de Europa».

Rivero trabaja codo con codo con sus compañeros de empresa en la cuarta planta de un edificio a las afueras de Madrid. No se encierra en un despacho. Es uno más en las instalaciones, aunque solo su mobiliario refleja que es allí la autoridad. Aún así, dice que se pasa más tiempo en el campo y, a pesar de pedir el asesoramiento técnico, demuestra que conoce la evolución del sector sobre el terreno. Hablando de ello empieza la entrevista.

¿Cómo se presenta la próxima campaña?

Somos optimistas. El ciclo de crecimiento de la remolacha es muy bueno y va a estar entre las mejores de la historia, salvo que hubiera algo que se torciera de aquí a que empezáramos la recogida.

¿Han ido bien las siembras?

La contratación ya acabó. Tenemos bastante más superficie que el año pasado y se ha sembrado a tiempo. Venimos de una campaña donde la climatología no nos permitió cultivar todo lo que nos hubiera gustado y este año además de crecer en superficie, la siembra se hizo en unas condiciones mucho mejores que la campaña anterior. Por eso creemos que si no se tuerce, esta campaña va a estar entre las mejores, con rendimientos cercanos a la de 2011-2012, en la que obtuvimos el récord con 108 toneladas por hectárea.

El año pasado no cubrieron la cuota, ¿este año ocurrirá lo mismo?

Acabamos de terminar la campaña 2013-14 y es verdad que nos hemos quedado 16.000 toneladas por debajo de la cuota como consecuencia de la imposibilidad de siembra por parte de agricultores de la zona de León, principalmente. Gran parte de ellos nos manifestaron su intención de seguir cultivando y nos mandaron hasta pruebas documentales de la imposibilidad de sembrar. Este año la siembra ya se ha realizado en condiciones absolutamente normales y esos remolacheros han vuelto a sembrar y estamos esperando una buena campaña. Sería prácticamente imposible que no hiciéramos la cuota este año porque la superficie sembrada es para tener bastante más que la cuota de este ejercicio.

¿En el norte y en el sur?

Si. En el sur hemos acabado en verano una campaña magnifica, récord de superficie para una sola fabrica, y el ambiente que hay ahora para sembrar es buenísimo. O sea que creemos que tendremos una campaña similar a la del año pasado y eso, unido a la campaña del norte, vamos a tener bastante más producción que la cuota.

Tomando como referencia la ultima campaña, ustedes cerraron con un déficit y la otra empresa, Acor, con excedentes, ¿No sería lógico compensar?

No. Acor ha terminado la campaña con mil toneladas mas que su cuota, no son unos excedentes sobresalientes, digamos que ha cumplido el mínimo de la cuota, y nosotros estuvimos más afectados por la climatología que ellos porque donde hubo dificultades para la siembra fue donde ellos tienen menos impacto, que es en León. Por eso no se justifica en absoluto que haya ningún traspaso de cuotas, más aún cuando la siembra de este año va a ser absolutamente normal y nosotros vamos a tener excedentes también en este ejercicio.

La clave sigue siendo el precio. Ustedes están negociando el AMI (Acuerdo Marco Interprofesional) y todavía no se ha llegado a un acuerdo, ¿Cómo van las negociaciones?

Estamos planteando un AMI en gran medida distinto a los anteriores porque queremos entre todos aprovechar el acuerdo para que mire al futuro y no nos quedemos solo en lo que nos pide la Unión Europea de desarrollo y de arranque de la remolacha. Estamos intentando todos ser más innovadores, muy alineados con el Plan de Desarrollo Rural de la Junta.

¿Y cuáles son esas grandes diferencias?

En primer lugar, el Acuerdo Marco Interprofesional no va a reflejar el precio porque lo impide la Comisión Europea, por las leyes de competencia y lo estamos negociando con las organizaciones agrarias de forma individual. También recogerá criterios de sostenibilidad, por un lado medioambiental y por otro, en el tiempo de la remolacha y búsqueda de la competitividad. Tanto las organizaciones agrarias como nosotros estamos buscando fórmulas que nos permitan mejorar la competitividad tanto de la industria como de los agricultores, básicamente a través del ahorro de costes. Es muy significativo que en el sur, buscando tres opciones de precio, hemos intentado hacer un traje a medida para distintos tipos de agricultores y cada uno de ellos ha elegido la fórmula de precios que más le ha convenido. Estamos trabajando para que el AMI recoja este tipo de búsqueda y hacer trajes a medida de los agricultores.

¿Eso en la practica como es?

Pues por ejemplo, hay agricultores que están mas alejados de las fábricas que otros; hay agricultores que están localizados hacia la calidad de la remolacha y otros que no; servicios, etc. Es muy importante que el AMI recoja ese tipo de condiciones para que el agricultor se sienta confortable, sea cual sea su circunstancia. Todos estamos volcados en esta búsqueda de competitividad. Este sistema ha fusionado muy bien en el sur. Ha habido gente que ha preferido cobrar más o menos, en función de sus rendimientos y ha pedido esta formula de cobro y ha funcionado estupendamente. Tenemos que tener la mente más abierta para satisfacer las necesidades de los agricultores.

¿Cuáles son las prioridades para los próximos años?

Al cambiar el sistema de cuotas ya sabíamos que la competencia especialmente con productores centro europeos y con Francia nos exige ser mejores en la producción de azúcar y de remolacha. Y eso lo tenemos ya encima. Todas las actuaciones que se nos están ocurriendo en búsqueda de mejora de la competitividad hay que ponerlas encima de la mesa ya.

¿Les preocupa el nuevo escenario de liberalización del mercado?

Nosotros hace tiempo que venimos hablando de esta preparación. Tenemos planes concretos de ahorro y estamos trabajando en planes específicos con las organizaciones agrarias para conseguir ese ahorro. AIMCRA está jugando un papel crucial. Lleva años dando pautas para el incremento de rendimientos y ahora se está centrando en el ahorro de los costes con recomendaciones de riego y su proyecto estrella de riego a través de energía solar. Tenemos que conseguir que regar no sea un problema sino una oportunidad.

Uno de esos planes era el Plan 2014 con el que ustedes pretendían obtener 120 toneladas por hectárea este año. ¿Por qué no lo han conseguido? ¿Fueron demasiado ambiciosos en aquel momento?

No. Es un problema de dispersión. Cuando hablamos de medias consideramos que hay un porcentaje muy amplio de agricultores que en esta campaña van a conseguir más de 120 toneladas por hectárea. El hecho de que la media total no haya llegado en esta campaña a esas 120 toneladas es porque no hemos sido capaces de conseguir ese desarrollo en determinadas áreas. Están muy localizadas y vamos a llegar a esa media. Son zonas que necesitan tiempo para adaptarse y estamos muy contentos con lo que tenemos porque independientemente de que el tiempo en la campaña 2012-13 fuera muy malo, si se analiza la progresión, se ve que es maravillosa.

¿Cuáles son esas zonas?

Los mejores rendimientos están más bien ubicados alrededor de la fábrica de Toro (Zamora), pero tenemos localizadas nuevas zonas de expansión donde los agricultores tienen más recorrido y que están focalizadas en la provincia de León.

¿Cuánta superficie están buscando para crecer en siembra?

Hablamos de una estimación en la zona Norte (Castilla y León y La Rioja) de unas 25.000 hectáreas de aquí a 2020. Yo creo que es una cifra considerable que podemos alcanzar.

¿Cómo van a convencer a los agricultores para que siembre más?

El gobierno regional ha invertido un montón de dinero en riego modernizado. Cuando abres una nueva zona en la que tradicionalmente no ha habido remolacha, tarda en adaptarse y dar a conocer que esa tierra es buena para este cultivo. Por eso hay zonas en las que el riego es barato y van a ser muy competitivas pero tradicionalmente no ha habido remolacha. Esto ocurre en algunas zonas de la provincia de León. Esto se ha traducido en un retraso en el Plan 2014 pero a pesar de ello, estamos convencidos de que van a entrar agricultores. Pero además, hay otra cuestión importante que es el concepto de estabilidad que se proporciona a los remolacheros en el periodo próximo de cinco años que va a suponer que la remolacha va a ser un cultivo muy sólido para complementarse con otros.

Todo eso al final depende del precio. ¿Barajan alguna horquilla de cifras que ofrecer al agricultor? Supongo que contemplan ayudas de las Administraciones, ¿saben ya si la Junta incluirá partidas en su PDR para la remolacha?

Sí, la Junta está trabajando en ayudas ligadas a la sostenibilidad de la remolacha y al impacto que tiene en el entorno rural. Estamos hablando de un cultivo que para Castilla y León es un básico para su desarrollo.

Ya pero usted sabe que la Junta había aprobado una ayuda de 3 euros por tonelada y hace un par de años la retiró.

Ahora, el planteamiento es distinto, se basa en una cofinanciación con la UE que está asentada sobre criterios medioambientales y ligada al impacto económico que la remolacha tiene en el medio rural. La Junta de Castilla y León lo está apoyando y lo va a conseguir.

Y sobre esta horquilla de precios, ¿tienen alguna estimación?

El precio se va a discutir no en el marco del AMI si no en reuniones con cada una de las organizaciones agrarias por separado. Es una novedad pero es una imposición de la Comisión Europea que vamos a respetar. El AMI va a permitir que la negociación que tengamos que hacer sea más flexible de lo que ha sido en años anteriores. Que se permita ofrecer distintos servicios y en consecuencia distintos complementos al precio en función de atributos a la remolacha, al agricultor, y a todas las circunstancias que se nos ocurran. 

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