León Airlines prevé el inicio de las operaciones desde el aeródromo leonés en el mes de febrero y, en cuestión de quince días, llegarán desde la base madrileña de Cuatro Vientos un Aerocomander 500, un Metro II y dos Piper Cherokee para realizar vuelos de un máximo de veinte plazas con destino, en un principio, a Madrid y Barcelona, que son las “ruta tradicionales”.
Se trata de vuelos de categoría B, tal y como ha explicado el administrador de León Airlines, piloto y empresario Santos Álvarez. La compañía entiende que vuelos comerciales con ese máximo de pasajeros es la forma de hacer rentable el Aeropuerto de León en “horarios y precios factibles”.
Taller de mantenimiento de flotas
Además, se contempla la posibilidad de realizar vuelos de recreo o servicio de aerotaxi, así como transporte de mercancías, también de categoría B, que permite el vuelo de un máximo de diez toneladas. Por otro lado, se creará un taller de mantenimiento de flotas, aprovechando en León la presencia de las titulaciones universitarias de Mecánica y Aeronáutica, como “el gran filón para la creación de empleo en la provincia”.
“Si todo va estupendamente bien, se quiere dar un paso más viable y rentable”, ha señalado Santos Álvarez, que confía en que León Airlines pueda contar con el éxito suficiente como para poder optar a la categoría A para los vuelos, consciente de las posibilidades reales que tiene el Aeropuerto de León, actualmente con una única conexión a Barcelona y los vuelos del Club de los 60 que han comenzado a operar recientemente.