Juicio por el 'caso Carrasco'
JUICIO POR EL 'CASO CARRASCO'
Montserrat está “cuerda” para los peritos públicos y es una “loca” para la defensa
Las dos médico-psiquiátricos que evaluaron a la asesina confesa del crimen de Isabel Carrasco han recordado que no tenía anuladas sus capacidades cognitivas / "Para nada (las tenía anuladas)", se afirma
A. Cubillas / @And_Cubillas
11/02/2016 (23:59 horas)
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Siguiendo el guión previsto, la jornada de este jueves del juicio por el crimen de Isabel Carrasco ha estado marcada por las constantes contradicciones entre los informes psiquiátricos públicos y de parte. Imposible encontrar punto en común en los informes de Montserrat, la asesina confesa, uno la cara y otro la cruz.

Las peritos del Instituto Anatómico Forense defendieron sus conclusiones con rotundidad ante las insinuaciones de los letrados de las defensas que intentaron poner en entredicho su validez para la elaboración de un informe psiquiátrico y remarcaron que Montserrat no presenta ninguna manifestación psicopatológica que pueda modificar sus capacidades cognitivas ni volitivas.

“Para nada”, señalaron Jacaba Hernáiz y Julia Martín que aseguraron que ella sabía lo que hacía y no presentaba ninún impedimento sobre su voluntad. Montserrat les trasladó que matar a Isabel era lo único que podía hacer “porque le estaba haciendo la vida imposible a su hija".

Una mujer que en el momento del crimen no tenía anuladas sus capacidades de voluntad y que no se arrepintió de sus actos, tan sólo de no haber elegido un momento mejor para asesinar a Isabel “porque había mucha gente y por mi hija y Raquel”.

Una mujer que fría, con poca capacidad para empatizar, con carácter, muy dominante y con muchas expectativas depositas en su hija, con cierta tendencia a la manipulación que incluso recordó a las peritos que no podía contarles más porque “formaba parte de su defensa”. En cualquier caso, las dos peritos remarcaron que Montserrat es una persona “imputable” porque conocía que el hecho cometido es antijurídico, obra por su voluntad y porque no presenta ningún trastorno delirante porque no se alimenta de ideas delirantes sino reales.

Triana, este jueves, a su entrada a la Audiencia Provincial. (Foto: Campillo)

Paranoia persecutoria

Algo que contrasta y mucho, con el informe de parte. El psiquiatra Javier Ladrón no sólo negó el informe de sus colegas sino que aseguró que Montserrat sufre una paranoia de tipo persecutoria, es decir, un trastorno de ideas delirantes persistentes, lo que, según señaló, se conoce en Psiquiatría como “loca razonadora”.

Una patología que empujó a Montserrat a tener la creencia de que Isabel es la fuente de todos los malos de su hija, un ser todopoderoso, omnipresente que es imposible acabar con él. Angustiada por la situación de su hija -según el informe de este psiquiatra-, con la que mantiene una convivencia intensa y más estrecha de lo habitual, debido a una enfermedad que padeció Triana, y especialmente preocupada por su situación personal, después de vivir conductas de suicidio en el entorno familiar, se vio afectada por ese trastorno que “tiñe todo su entorno”.

Una convicción imposible de cambiar incluso con pruebas objetivas. Esa manía persecutoria, continúa, es la que justifica que Montserrat no se haya arrepentido porque entiende que eliminó su gran problema de la única forma posible y lo que lleva a que una persona que no es violenta mate y rematar.

Una paranoia “muy poco frecuente”, según señaló, que tiñe todo el entorno de la paciente lo que hace imposible que cambie de convicción con pruebas objetivas. Con escasa tolerancia a la frustración y en la convicción de que Carrasco infringía una persecución “implacable” hacia su hija, tuvo una reacción “violentísima”, disparando y rematando a la víctima, que este médico vincula directamente a ese trastorno. “Tiene una especie de psicosis que queda encapsulada. El paranoide va programando y cuando comete el delito, mata y remata y eso lo hace una persona que ni es violenta ni agresiva ni tiene antecedentes y eso constituye nuestra convicción de que existe ese delirio”, detalló el psiquiatra.


Un informe que puso en entredicho la acusación particular que recordó cómo durante su detención Montserrat aseguró que se haría pasar por loca. Dos versiones completamente divergentes que no despejan los interrogantes en torno al estado mental de la asesina confesa de Isabel.

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