El proyecto, recordó, forma parte de la planificación energética del Ejecutivo. La línea cuenta con el rechazo de todos los partidos políticos y sindicatos leoneses y sólo está pendiente de la declaración de impacto ambiental.
Sebastián incidió en que una de las prioridades de la próxima Presidencia Española de la Unión Europea será impulsar las interconexiones eléctricas entre los Estados miembros "y lo que es bueno para dos países, también lo es para dos comunidades autónomas". Sin esa línea, serán inviables buena parte de las inversiones del sector energético.
De salvarse todas las dificultades y si todos los trámites marchan bien, Sama-Velilla tendría que estar en servicio a finales de 2011. No obstante, el propio Gobierno ha calificado de "poco probable" que la línea pueda estar ejecutada en su totalidad para esa fecha.