Hasta el lugar del accidente se han desplazado equipos de tierra y aire de la Guardia Civil así como de los equipos de Emergencia de Castilla y León y Asturias.
Según se ha advertido desde la Subdelegación del Gobierno el montañero que había solicitado ayuda por una fractura abierta en su tobillo ya ha sido ya trasladado.
La conmoción en el seno de la Guardia Civil de León es enorme por el fallecimiento, según se ha advertido, de tres "miembros ejemplares como Benito, Emilio y 'Conejo', que han llevado su obligación de prestar servicio y auxilio al límite, hasta perder la vida".
Los fallecidos, (del capitán Emilio Pérez Peláez, de 56 años, el teniente Marco Antonio Benito, de 50 años, -ambos eran los pilotos de la aeronave- y el guardia civil José Martínez Conejo, de 48) eran considerados por sus compeñeros como "tres de los mejores guardias en esta labor. Tenían experiencia, habían participado en numerosas misiones de todo tipo y sabían trabajar con el peligro, pero desgraciadamente siempre hay un alto nivel de riesgo y puede ocurrir una fatalidad como ésta. Es terrible. Sabemos que esto puede ocurrir, pero nunca te planteas que ocurra de verdad".