Opinión
OPINIÓN POR LUIS ARTIGUE
Luis Miguel Rabanal
León no tiene mar, y ese mar que no tenemos jamás está en calma…
06/05/2015
  Preparar para imprimir  Enviar por correo
LA NOTICIA ILUMINADA DEL DIA
...Me refiero a que el poeta Luis Miguel Rabanal acaba de publicar su poesía reunida en la Editorial Renacimiento bajo el título de ESTE CUENTO SE HA ACABADO. POESÍA 1977-2014, lo cual viene a ser algo así como derramar una nostálgica lágrima por la revolución que no pudo ser, o encenderle una simbólica vela a la inteligencia y otra al ingenio ahora que ha quedado imborrablemente claro que la ambición y el individualismo político cuartelero no nos salvarán...

¡En efecto León no tiene mar y ese mar que no tenemos jamás está en calma!

Vale, hay una guerra electoral en marcha pero al poeta en buena hora le han publicado un nuevo libro, sí, a él, a uno de esos héroes que no podemos seguir: se trata de una figurada corona de laurel para este escribidor en silla de ruedas que, sin proponérselo ni merecerlo, nos ha enseñado con su arduo rodar y pervivir que existe una quietud llena de ritmo.

Me inicié en la obra de LMR gracias a otro heterodoxo, el añorado Antonio González-Guerrero, que me regaló en su día un libro del omañés publicado por la Agrupación Hispana de Escritores y titulado OBDULIA AZUL. Desde entonces leo con oscuro fervor a este sentimental venido desde su pueblo o desde la leyenda al que las circunstancias han convertido en bárbaro, como él mismo se define. Y le disfruto con una sonrisa colmada de su lado más crápula –los libros eróticos CASA DE CITAS y ELOGIO DEL PROXENETA-, y le descifro iluminadoramente en su registro más críptico y perturbador —CÁNCER DE INVIERNO, etcétera—...

Pero su poesía última, más directa y confesional en el sentido dela escuela confesionalista norteamericana fundada por Robert Lowel y seguida con talento por Theodore Goethe y Anne Sexton y Silvya Plath, más decisiva también por ser el sustento de su vida y el condimento de la nuestra, es rica en metáforas que si se cayeran al suelo harían un agujero: se trata de una poesía nihilista y muy personal o “del yo” que, frente a discursos totalizadores, trata de hacer una purga emocional y corporal además de dar testimonio y de propagar la conciencia de que cada persona es alguien en especial; que nadie es nadie.

El contenido de los poemas aparece como eminentemente autobiográfico y se caracteriza por una audaz introspección lírico-psíquica en una serie de materias íntimas consideradas tabú como la enfermedad radical, los traumas de convalecencia, los delirios de autodestrucción, la sexualidad desgobernada o el suicidio.

La alta creación, y este poeta bien lo sabe, brota perdurablemente en la gente talentosa que, además, ha sido formada en la universidad del dolor. Y es el dolor, para liberarlo o soportarlo, para maldecirlo o conjurarlo, el país pirata desde el que escribe este omañés sangrante que, como decía Juan Carlos Onetti, sólo mientras escribe se sabe aún agarrado a la cola de la vida y por eso no derrama los versos en vano porque le hacen falta todos, y a nosotros también.

Les recomiendo este libro...

Y le cambio al cielo un artículo por una estrella incendiada que te ilumine la vida.

Luis Artigue
www.luisartigue.es 

Más artículos del autor:
    Dalí
    La distopía
    Igual
    Tar(jetas)
    Hilo de oro
    Chocar 
    ERE
  Preparar para imprimir  Enviar por correo