Este negrillo de enormes dimensiones se encontraba datado en 1574, siendo entonces párroco de Boñar, Suero Alfonso.
El Negrillón, pieza emblemática de la provincia, comenzó a enfermar en 1980 debido a una grafiosis, una enfermedad procedente de los Pirineos.
Entonces se intentaron tomar todas las medidas posibles para conseguir mantenerlo con vida. La enfermedad afectaba a la corteza, que entró en un grave proceso de deterioro, situación agravada con la falta de riego en las raíces y la pérdida de hoja.
Fungicida en las raíces
Se optó entonces por aplicar al árbol fungicida en sus raíces, aunque el tratamiento con ‘inyección directa’ nunca dio los resultados buscados.
Fue en los años 90 cuando finalmente se dio por perdido el Negrillón, que pese a todo se mantuvo en pie gracias a medidas de apoyo, entre otras la aplicación de espuma en su interior para poder conservar la estructura.
Durante todo este tiempo el Negrillón de Boñar ha sido el símbolo de esta localidad. Han sido miles las imágenes tomadas de un árbol que este martes 5 de enero se ha caído finalmente.
Imagen del Negrillón tras caer de su peana. (Foto: Nano Álvarez)
El Negrillón junto a su peana tras caer al suelo. (Foto: Sara Cañón)
Una mujer fotografía los restos del Negrillón de Boñar. (Foto: Nano Álvarez)
Imagen de los restos del Negrillón de Boñar. (Foto: Nano Álvarez)
Operarios municipales cortan el Negrillón de Boñar tras acaer al suelo. (Foto: Sara Cañón)
Imagen del Negrillón de Boñar a partir de las década de los 90. (Foto: Lala)